Rectificar es de sabios, versa un refrán al que apela la economía cubana por estos días en aras de corregir distorsiones e impulsar su crecimiento en el recién iniciado 2024. Ya en vigor desde el estreno del año, dentro de la gama anunciada en diferentes sectores, sobresalen las medidas relativas al reconocimiento salarial a trabajadores de Salud y Educación, prioritarios en tanto representan conquistas de la Revolución.
La decisión gubernamental de distinguir a quienes laboran en dichas áreas sociales con un incremento de sus ingresos, ha sido ampliamente apreciada por la población, en particular por quienes ejercen estas faenas imprescindibles en la Cuba nuestra.
Para nadie es un secreto que el respaldo económico de ambos pilares es una premisa en la planificación del presupuesto del Estado anualmente; que como informó en la Mesa Redonda (28 de diciembre de 2023), la viceministra de Finanzas y Precios, Maritza Cruz García, para el presente calendario “la salud pública recibe un 26% del gasto total y la educación, un 20%. Si hablamos de valores, a salud van 60 000 millones de pesos, y 55 000 a educación”
Justo en las circunstancias adversas del país, la decisión se corresponde con el interés de estabilizar la fuerza laboral especializada allí en las aulas y en las instituciones sanitarias, para mejorar la calidad de la enseñanza y de vida de quienes salvan con la instrucción, el conocimiento y los cuidados asistenciales.
Aunque para estimular la permanencia de los trabajadores del Sistema Nacional de Salud y el reconocimiento de las condiciones en que ejercen sus faenas, se adoptan 22 medidas, las cuatro fundamentales son las más influyentes en sus ingresos.
De las otras podemos mencionar que cuatro corresponden a la colaboración médica como parte de la exportación de servicios, 12 se relacionan con el mejoramiento de las condiciones de vida y de trabajo, y tres con la estimulación moral, a decir del viceministro de Salud Pública, Luis Fernando Navarro Martínez, en comparecencia televisiva.
Respecto al pago adicional mensual por años de servicio para médicos, estomatólogos, personal de enfermería, psicólogos, tecnólogos, licenciados y técnicos que cumplen funciones específicas, propias de la actividad de salud, coincidimos en su justeza, como premio a la consagración y sentido de pertenencia de quienes siguen junto a los necesitados de sus cuidados.
En este sentido, el doctor Liover Casí Carrillo, director general de Salud en Manzanillo, reconoce que “el gremio las acoge con mucho entusiasmo, primero porque sabemos la situación desfavorable por la que atraviesa el país y con todo ello siempre se tienen en cuenta nuestros intereses y desempeño, que se ha mantenido desde que fueron ideados ambos logros sociales por nuestro Comandante en Jefe en función de dar una mejor atención al pueblo.
“Nuestros trabajadores estarán con más deseos de cumplir sus desempeños con eficiencia y mayor sentido humanista. Además, esperamos que con ellas disminuyan las fluctuaciones del personal hacia otros empleos; aunque estas cuantías aún no cumplen las expectativas en el sentido de los elevados costos de los productos, pero sí traerán un cambio notable en la capacidad adquisitiva de nuestros profesionales sanitarios.
“Pero es válido significar que, con aumento o sin este, desde la vocación de salvar y generar bienestar colectivo, seguiremos trabajando con el fin de que la población manzanillera se sienta bien atendida”, pese a las carencias de insumos y recursos que hieren el ejercicio en las instituciones.
La ejecución de estas novedades de forma progresiva sin lugar a dudas pondrá en ventajas adquisitivas a quienes pasan largas horas al lado de los pacientes, y ello, tal como explicó la viceministra de Finanzas y Precios, implica “un costo por encima de los 13 mil millones de pesos, que no estaban concebidos inicialmente en el presupuesto que generalmente utiliza el Sistema Nacional de Salud”.
Para quienes desde las aulas igualmente vencen la enfermedad de la ignorancia, llegan equivalentemente estas bondades salariales, en honor a la labor cotidiana de la que varias generaciones han aprendido nociones básicas de lectura y escritura; no obstante de ellas se favorecerán tanto docentes como no docentes.
Entre los más de 240 mil pedagogos cubanos que percibirán estas remuneraciones se encuentra la manzanillera María De los Ángeles Espinosa, próxima a cumplir cuatro décadas de trabajo ininterrumpido en el sector educacional como Licenciada de Maestro primario.
“En estos 40 años me he mantenido a pesar de las etapas diferentes que ha atravesado el sector, y aunque antes se pagó por años de trabajo, creo que es válido se retome este incentivo económico para aquellos obreros que hemos permanecido sin condición frente a los alumnos, sin abandonar.
“Sin embargo, considero que los jóvenes tendrán mayor motivación y podrán continuar dando lo mejor de sí para la obra educacional de nuestra sociedad. Recordemos que somos los maestros quienes creamos el fundamento intelectual de los futuros médicos, ingenieros, obreros.
“Es un reconocimiento excelente a todos los que dedicamos la vida a forjar hombres desde la Educación; aunque le digo, como a todo el que me conoce, que con 59 años, permaneceré en el sector mientras tenga energías”.
Por su parte, el joven Diosnel Rodríguez Céspedes, director de la escuela secundaria básica Manuel Fajardo Rivero, asegura que se “estimula así a personas que cumplen con la actividad de la que son responsables y que además asumen condiciones especiales para cumplir con las tareas de docentes que faltan en nuestros centros, por los problemas con la cobertura.
“Podrá ser un impulso para la reincorporación de docentes que se han ido a otras ramas y mejorar las condiciones de trabajo y vida de los que permanecemos con amor frente a los alumnos”.
Estos pagos por antigüedad y sobrecarga, son los primeros de un programa integral de renovación que involucrará a los trabajadores de las más de 10 mil escuelas cubanas, puntualizó la ministra de Educación, Naima Trujillo Barreto.
Con la aplicación inmediata de estas transformaciones, y la incorporación paulatina de las anunciadas en el orden de las tarifas aduanales, los combustibles, el cobro de la electricidad, el costo del gas licuado, la transportación de pasajeros, la canasta familiar normada, los nuevos actores de la economía en el sector no estatal, se prevé la corrección de esos desbalances que sufre el pueblo cubano.
Lejos de ser una solución mágica, estas resultarán positivas si se logra motivar a toda la sociedad a aportar para beneficio colectivo, desde la unidad y en pos de la prosperidad económica que todos anhelamos y necesitamos.