Las Rosas de la ciencia

Manzanillo. Febrero 11._ Hablar de mujer es multiplicar las acciones; la llaman el sexo débil, pero es capaz de hacer múltiples funciones al unísono y desempeñarlas con excelencia.
Su capacidad rompe toda expectativa y va más allá, en ocasiones, del entendimiento humano, porque está diseñada para acompañar, educar y transformar su entorno. Así es la Doctora en Ciencias Pedagógica Rosa María Ferrero Rodríguez.
«Me motiva cada mañana mi hijo, a quien le muestro que con constancia y entrega se pueden lograr muchas cosas, de igual forma a todo el claustro de la carrera de Licenciatura en Español Literatura, el cual dirijo.
Hace 38 años trabajo en esta universidad, ahora campus Blas Roca. Inicié mi carrera en la ciencia con una Maestría en Investigación Educativa, ese fue el génesis en mi trayectoria como parte de las Ciencias, luego me fui categorizando hasta obtener la categoría de profesora Titular de esta casa de altos estudios y por supuesto lograr el doctorado.
La tarea de la ciencia es compleja, es un reto, ha sido un reto porque implica mucho sacrificio, mucho trabajo, pero significa también el ejemplo para los profesores que dirijo, para toda la comunidad.
Para la mujer hacer ciencia, se multiplican ese trabajo, porque tenemos que atender y dedicarle tiempo a la familia, desempeñar satisfactoriamente nuestro trabajo y dedicarle espacio a la ciencia a investigar, a la ciencia hay que ponerle alas y eso hacemos ponerle alas, trabajar, dedicarse y entregarse de una manera desinteresada; ayudar a otros para que crezcan también.
Nuestra labor implica además formar nuevos Doctores en Ciencias, dedicamos tiempo a los talleres de tesis doctoral y en eso contribuimos con los jóvenes que se están formando, ese es nuestro relevo y debemos dedicar tiempo a esa formación.
Hacemos ciencia desde la publicación de artículos para la comunidad científica, con nuevas investigaciones, aportando nuestro conocimiento a otros, además participamos en diferentes eventos nacionales e internacionales para compartir y debatir saberes.
Pero sobretodo estudiar, estudiar mucho para seguir aportando a las nuevas generaciones.
Me satisface ver como mi pequeña nieta, me toma de inspiración y desea alcanzar lo que yo; a pesar de ser un camino lleno de sacrificios y de sinsabores en ocasiones, es muy reconfortante cuando palpamos el resultado de una investigación terminada con éxito.
Para la mujer no es sencillo, porque requiere de horas extras de trabajo, y demanda el doble de los esfuerzo, pero vale la pena correr esas milla extra».

Desde el canal Ivoox otra mujer de ciencia: