Martí, presencia viva en la educación cubana (+Fotos)

El Apóstol, José Martí Pérez, es presencia viva en las instituciones educativas manzanilleras y cubanas // Foto: Denia Fleitas Rosales
El Apóstol, José Martí Pérez, es presencia viva en las instituciones educativas manzanilleras y cubanas // Foto: Denia Fleitas Rosales

Como su verso, “un surtidor que por el puño echa flor”, es el hombre más universal de la Cuba soberana. El Martí que todos conocemos y que, aún transcurridos 128 años de su cabalgar inmortal, es presencia viva, arraigada en la isla de entrañas martianas.

Allí donde se modela al individuo nuevo, donde se abre el apetito del saber, es prédica y ejemplo, raíz que se robustece con el paso de los años, en tanto se aviva su existencia consagrada a Cuba, su independencia y a la formación de un ideal de ser humano íntegro, con dotes al servicio de todos.

La expresión risueña de Merlin Rodríguez Galeano, y su decir elocuente como de quien narra sueños, parece salida de una de esas historias dispuestas en La Edad de Oro para los que saben querer. “Los zapaticos de rosa, Nené traviesa, me gustan, por su enseñanza, y son bonitos, y él los escribió para nosotros los niños”, dice a sus ocho años, justo en el aula nombrada con la historia de la niña que quiso saber cómo está hecho por dentro un libro de cien años que no tiene barbas.

Ella y sus amiguitos de la escuela primaria José Julián Martí Pérez, de la comunidad El Recreo, aprenden de letras y números a la vez que descubren la sabiduría del héroe, también cimiento de la educación en las aulas cubanas.

La flor para el busto de Martí es una sensilla manera de honrar al hombre de La Edad de Oro // Foto: Denia Fleitas Rosales

Y no sorprende que con humildad y gallardía, “en sus manecitas de hombre fuerte” los escolares lleven flores silvestres y las coloquen al busto del Apóstol de la independencia de Cuba. El gesto les nace, y se fomenta desde la primera infancia, porque nunca es un niño más bello que cuando las lleva para su amiga, como escribió en el prólogo de su libro, o en este caso para honrar, y justo él nos enseñó que así también nacen los héroes.

“Es glorioso para la escuela llevar su nombre, porque es el Apóstol de nuestra nación y baluarte fundamental de las ideas revolucionarias que fueron tomadas por Fidel y quienes se levantaron en armas para traer la verdadera Revolución. Ideas patrióticas, con visión antimperialista, independentista, de unidad, que nos enorgullecen, pero también a todos los centros educativos cubanos”, comenta   Luis Antonio Rodríguez Domínguez, director de la escuela emplazada  en el consejo popular dos Horacio Rodríguez.

“Los suyos son ideales del fundamento patriótico que guía a nuestros docentes para formar valores en los estudiantes; que vincula el contenido de la enseñanza con los principios a fomentar en las nuevas generaciones, para así forjar en las escuelas manzanilleras y cubanas hombres y mujeres de bien”.

La escuela primaria José Martí de Manzanillo tiene una matrícula de 86 estudiantes desde el preescolar hasta sexto grado en la comunidad El Recreo // Foto: Denia Fleitas Rosales

Provista de creatividad, con la riqueza de las rimas de sus versos sencillos, entre títeres y dramatizaciones, narrada o cantada, la belleza de su pensamiento florece desde la instrucción y yergue al paradigma de revolucionario.

“Para que lo conozcan y aprendan a quererlo, respetarlo, como el modelo de hombre que será siempre para nosotros y el mundo, afirma la bibliotecaria Iraida Reyes Blanco- aplicamos iniciativas como la identificación de los locales con los cuentos de La Edad de Oro, así incentivamos desde lo ameno y sencillo su interés por la obra martiana”.

En cada proceso docente educativo del centenar de instituciones de la Educación general en Manzanillo se contextualiza la esencia transformadora del “más puro de nuestra raza”, a decir de Gabriela Mistral.

“Vinculados a centros como el Promotor para la cultura literaria Manuel Navarro Luna, a través de charlas, conversatorios, concursos, desfiles, visitas a la réplica de su casa en la urbe manzanillera, trabajamos para que los niños se apropien del caudal de la obra y de los conocimientos que nos proporcionó en todo momento de su vida, refiere Aylén Ramírez Jiménez, al frente del colectivo de la primaria Ignacio Bazán Enríquez- y por eso nuestras aulas son martianas.

Los estudiantes participan en los espacios fijos y concursos convocados por instituciones culturales de Manzanillo // Foto: Denia Fleitas Rosales
El pionero del quinto grado Samuel Guerra Puebla, de la escuela primaria Ignacio Bazán Enríquez ganó premio en el consurso epistolar Mi amigo Martí, premiado este 19 de mayo de 2023 // Foto: Denia Fleitas Rosales

“La máxima es seguir sus principios, y que sueñen nuestros niños al igual que él soñó, con una infancia feliz, un desarrollo pleno de la humanidad, para llevar adelante nuestro proceso revolucionario”.

La bandera de la estrella solitaria y las flores, que escribió fueran su compañía en su lozaq de descanso póstumo, están junto al busto que en cada centro de erudición perpetúa su imagen; y en otros también el surco, desde su visión de que “del banco de sentarse debe hacerse banco de herrador o carpintero: del puntero de la pizarra debe hacerse arado”.

Como enfatizaba, los oficios otorgan la dimensión de utilidad que ennoblece al ser humano, y por ello desde los Talleres de formación laboral de la escuela Antonio Briones Montoto, pertenecientes a la Educación Especial en este municipio granmense, ”se forman habilidades profesionales en función de la formación de un egresado de calidad”.

Jardín martiano del Taller de formación laboral de la escuela Antonio Briones Montoto // Foto: Denia Fleitas Rosales
Capacitación de alumnos en oficios de cara a su futuro profesional de utilidad de la virtud // Foto: Denia Fleitas Rosales

Manifiesta Aliuska Martínez Macías, subdirectora de formación laboral del centro donde se preparan 55 adolescentes en peluquería, carpintería, reparación de ciclos y calzado, confecciones textiles y técnicas básicas agropecuarias, “en las clases se ponen de manifiesto esas enseñanzas prácticas y valores como la laboriosidad, responsabilidad, la independencia, que legó el Apóstol, para concebir ciudadanos que respeten y sientan amor por todo lo que hacen”.

Entre labranzas y oficios, prosas y versos, con la indómita convicción que patria es humanidad, y que educar es depositar en los pinos nuevos la sabiduría y herramientas que les permitan transformar el mundo, habita perenne el Héroe Nacional en las aulas cubanas, en la educación toda, cual fragua de hombres.

El busto de Martí dispuesto en la calle Maceo esquina Rabena, data del 1954 y es atendido por docentes y estudiantes de la primaria Ignacio Bazán // Foto: Denia Fleitas Rosales
Foto: Radio Granma Digital