Recorre Díaz-Canel centros económicos y sociales de la Perla del Sur

Foto: Estudios Revolución
Foto: Estudios Revolución

«Constituye una oportunidad única, la posibilidad de visitar la finca La Muralla. Aquí se aprecian, en realizaciones concretas, el aprendizaje, el conocimiento ya constituido y tan importante para avanzar en la producción de alimentos, tan necesarios para el pueblo en las difíciles y complejas situaciones en que enfrentamos la vida actualmente».

«Aquí están la experiencia, la luz, el ejemplo y el camino que debemos recorrer y multiplicar con creces. Lo que han logrado es digno de admiración y del más sentido respeto».

Con estas palabras de reconocimiento, el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, se despidió de los trabajadores de la finca y proyecto de desarrollo local La Muralla, dedicada a la entrega de carne de cerdo y ganado ovino-caprino.

El mandatario estuvo cerca de una hora allí, en la tarde de este jueves, liderando la visita integral del Secretariado del Comité Central del Partido y su aparato auxiliar, a la provincia de Cienfuegos, que se desarrolla desde el pasado martes.

Llegó a La Muralla junto al miembro del Buró Político y secretario de Organización, Roberto Morales Ojeada; la primera secretaria del Comité Provincial del Partido, Marydé Fernández López, y el gobernador del territorio, Alexandre Corona Quintero.

Tras las limitaciones del país para la importación de materias primas para la producción de piensos, el campesino Norge Lázaro Estepa Fernández, de 40 años de edad, titular de la finca, graduado de educación superior, antiguo profesor de matemáticas en la Universidad de Cienfuegos y Máster en Ciencias, optó por la producción propia de alimento animal.

Garantiza la ingesta de sus animales de diferentes especies, incluyendo aves, a partir de una mezcla de caña de azúcar, kingras, cangres de las yucas que vende a la población y plantas proteicas trituradas en un molino eléctrico.

 En 2015, tras otorgársele en usufructo 8,11 hectáreas de tierras aledañas a la casa de sus padres, las que estaban infestadas «hasta el tuétano» de marabú, y acceder a un convenio porcino, Estepa Fernández inició un camino en el que llegó a tener 1 200 cerdos en los buenos tiempos de los convenios.

Ahora dispone de cinco caballerías de tierra y más tres mil animales, incluyendo aves. Preserva el pie de cría de cerdo y desarrolla en condiciones de semiestabulación, con pastoreo en las mañanas, un rebaño de 300 cabezas de ovinos e igual número de caprinos, además de pavos, codornices, faisanes, conejos, entre otras especies.

A seis kilómetros de la ciudad de Cienfuegos, en la finca La Muralla, también se producen viandas y hortalizas en áreas que se dedican a los cultivos varios y en organopónicos, donde se logran, entre otros cultivos, ejemplares de sábila cuyas pencas se cosechan a los tres años de edad y se venden a 15 pesos la hoja.

La Muralla está en el consejo popular Paraíso, donde Estepa Fernádez sostiene un punto de venta que está permanentemente abastecido, con más o menos cantidades y variedades, según la época del año y las condiciones del clima. Oferta sus productos a precios relativamente llevaderos por la población, como mismo hace en el mercado Reina, en la comunidad homónima de la ciudad de Cienfuegos.

Tras recorrer la finca, que es atendida por Norge, su hermano y otros ocho trabajadores, el Presidente cubano preguntó al campesino cómo él podía lograr todo eso y otros no.

«Primero —le respondió el joven, a quien Díaz-Canel llamó sabio— porque tenemos deseos; segundo, porque creemos que sí se puede, que se va a lograr; y tercero, porque no nos rendimos».

Coincidiendo con él, de quien también dijo que en su finca se «le ponen alma y corazón a Cuba», el Primer Secretario del Comité Central del Partido reflexionaba que si en cada comunidad —sin obviar sus características— se tuvieran fincas como La Muralla, se podía resolver lo básico de cada lugar.

Tras la visita a la finca, el Presidente cubano llegó hasta el centro de la comunidad Paraíso, donde conversó con los lugareños mientras visitaba la escuela primaria local, el joven club de computación, el consultorio médico, el círculo social y otras áreas de servicios, incluyendo el punto de venta de La Muralla y la guarapera contigua, donde tomó un poco de lo que, dijo, debería ser la bebida que se tomara en cada esquina de Cuba.

EN CIENFUEGOS SE LEVANTA

Como parte de la visita integral del Secretariado del Comité Central del Partido y su aparato auxiliar a la provincia de Cienfuegos, el Primer Secretario del Comité Central, el Secretario de Organización y las principales autoridades de la provincia recorrieron luego la empresa Oleohidráulica Cienfuegos José Gregorio Martínez, donde fueron recibidos por su directora general, la ingeniera Angélica Choréns Fernández.

En la emblemática instalación industrial, los dirigentes partidistas conocieron de las varias producciones que aquí se elaboran por un colectivo altamente calificado, a muchos de cuyos integrantes, obreros, técnicos e ingenieros, saludó Díaz-Canel en cada taller.

Se conoció del trabajo para la fabricación de cilindros hidráulicos para combinadas cañeras y alzadoras, además de otras piezas de respuesto para la industria azucarera; se dialogó sobre un prototipo de plataforma elevadora y otro de montacarga, fruto de la ciencia y la innovación de los especialistas de Oleohidráulica; y se visualizaron surtidos de gatos hidráulicos, volteadoras de carga, transpaletas y gruas pescantes.

Al tanto de las capacidades tecnológicas de la empresa y de la profesionalidad e ingenio de sus trabajadores y trabajadoras, Díaz-Canel orientó diversificar aún más las producciones, aprovechando todo los remanentes, como parte de la filosofía de la economía circular.

También indicó hacer el más amplio uso de las nuevas facultades y autonomías que se les han dado a las empresas, así como diversificar servicios para la atención directa a problemas de la población.

Foto: Estudios Revolucion