Día Mundial del Adulto Mayor

Casa de abuelos Juan Almeida, en Manzanillo // Foto Marlene Herrera

Asumir que se llega a una edad avanzada es el primer paso para enfrentar lo que llaman tercera edad, que no es ni mucho menos una etapa terminal de la vida, es un tiempo donde se debe reconocer que ya no funcionamos igual que hemos dejado atrás muchas acciones que nos marcaban en nuestra época de adolescencia y madurez.
Para nadie es un secreto que la población cubana en los últimos años ha envejecido, por eso las cifras marcan que más del 40 por ciento de la población cubana está entre los 55 y 70 años de edad lo que significa que el estado cubano destina importantes recursos tanto económicos como humanos para lograr un nivel estable de vida de estas personas.
Hoy celebramos el Día Mundial del Adulto Mayor, esos a los que recurrimos siempre buscando la palabra y el consejo exacto, ellos, a los que la experiencia de vida les da la posibilidad de buscar las mejores soluciones a los más difíciles problemas. Ellos, que fueron un día horcón de una familia, hoy no pueden ser de ninguna manera la rama abandonada a punto de caer.
La vida es una sucesión, lo que somos hoy, otros lo serán mañana, como nosotros somos lo que fueron aquellos. Atenderlos adecuadamente, ayudarlos entenderlos, y darle el lugar ganado dentro de la familia y la sociedad es un deber de todos, padres o abuelos no importa la condición que se tenga ni la edad exacta que se viva , merecen siempre el sostén de nuestras manos para cruzar una calle o cederle el asiento en algún lugar, orientarlos si necesitan una guía, incorporarlos a todos los movimientos y actividades sociales a los cuales puedan asistir.
Hoy celebramos el Día Mundial del Adulto Mayor, y lo hacemos con la confianza de saber que en Cuba siempre tendrán el reconocimiento al espacio ganado, y a la historia escrita.