Reto productivo con matices de saber

El ritmo productivo es elevado // Foto Denia Fleitas

El sonido de las máquinas notifica la acción sin pausa. Dedos diestros corren sobre los cortes de telas de color blanco, rojo y marrón, que se transforman en las prendas que miles de escolares lucirán el día dos de septiembre en la apertura de la fiesta del saber.

“El compromiso de nosotros es sacar el uniforme escolar para que nuestros niños estén presentes este nuevo cuso; con sacrificio trabajar hasta los días feriados y sábados no laborables. Cada vez que se ha necesitado hemos dado el paso al frente, el colectivo está comprometido por el Sí a la Revolución y porque los pequeños vayan contentos a sus escuelas”.

Dice así María Griselda Álvarez mientras coloca con maestría los botones de cuatro ojillos al pantalón, con las puntadas de su compañera de marca Gemsy que le ayuda a sumar horas a los 25 años de trabajo, ya acumulados en la fábrica 101 Camilo Cienfuegos, de Manzanillo perteneciente a la Unidad Empresarial de Base Confecciones Antares.

María Griselda Álvarez // Foto Denia Fleitas
María Griselda Álvarez // Foto Denia Fleitas

Allí, manos jóvenes y otras más plegadas por el paso del tiempo cortan los lienzos, conforman los fragmentos y las convierten con hilos de similar color en las vestiduras estudiantiles.

“En la sección A estamos produciendo la orden de siete mil 919 unidades de camisa escolar primaria, y en la sección B cuatro mil 90 unidades de pantalón para la enseñanza técnico-profesional (ETP), explica Pablo Núñez Causa administrador del taller 101.

“En el caso de las camisas tenemos previsto culminar el total al cierre del mes en curso, y de los pantalones, pensamos elaborar en este mes dos mil unidades y en la primer semana de agosto completar las cifras. El esfuerzo ha sido grande en todas las áreas, porque es una tarea sublime para nosotros”.

De este ajetreo que hablan las máquinas de puntadas rectas y festón, recubridora, collaretera, bastera, atracadora, cerradora, ojaladora, botonera, surge una verdadera hazaña, cumplimentar en tiempo récord el plan pactado por la UEB Confecciones Antares con el Ministerio de Educación.

Similar ritmo se lleva en las cinco fábricas distribuidas en los municipios de Campechuela, Jiguaní y Manzanillo, para superar el atraso que generó la llegada tardía de los tejidos de importación y la contingencia energética que afectó al país en fechas recientes.

Y en particular, para entregar los 398 mil 500 unidades que constituyen el encargo estatal destinado a Granma y La Habana, y un aporte de 33 mil prendas a Santiago de Cuba, define Arisbel Araujo Tornés, directora de Antares.

Arisbel Araujo Tornés, directora de Antares // Foto Denia Fleitas
Arisbel Araujo Tornés, directora de Antares // Foto Denia Fleitas

“El reto lo vamos a cumplir  en dos meses, cuando la producción siempre está planificada para cuatro meses, pues contamos con todos los recursos materiales, financieros, energéticos y humanos fundamentalmente. Estamos trabajando sábados, domingos, en horarios extras, y se recupera diariamente todas las afectaciones productivas que hemos tenido”, plantea en nombre de los 779 hombres y mujeres que asumen la tarea.

Hasta la fecha, la UEB supera las 226 mil 651 unidades de estas importantes piezas de vestir para quienes se inician en el período lectivo 2019-2020 en los grados preescolar, quinto, séptimo, décimo, y primer año de ETP y Ciencias Médicas, y los alumnos continuantes.

A este casi 60 por ciento del plan contribuyen las dos entidades manzanilleras, especialmente sus 173 costureras, quienes disponen profesionalidad y dedicación para ver también a sus hijos, nietos, sobrinos, vecinos, con los trajes multicolores del conocimiento.

Específicamente, detalla Araujo Tornés, en la fábrica 101 tienen producidas  45 mil 952 unidades y 49 mil 412 unidades en el taller 104 Desembarco del Granma.

Luz Marina Salcedo Garriga, administradora de este último centro industrial, comenta que “estamos trabajando desde junio en este específico y hemos hecho sayas, blusas y short para escolares de primaria. Los trabajadores, por este compromiso tan importante que tenemos y la necesidad del país, estamos motivados a cumplir”.

Con estas confecciones, igualmente serán beneficiados los escolares manzanilleros, quienes precisan de 41 mil 782 prendas para la enseñanza primaria, secundaria, preuniversitario y politécnico, de acuerdo a datos ofrecidos por el licenciado Ubert González Brizuela, metodólogo de base material de vida en la dirección municipal de Educación.

El ánimo que prima en ambos colectivos es de alegría y de éxito, como el palpitante sonido de la aguja al coser cada tejido; como el siempre emotivo júbilo de los niños y niñas cubanos al lucir por primera vez, o en el primer día de clases, su reluciente uniforme.

En el taller Desembarco del Granma son 79 costureras // Foto Denia Fleitas
En el taller Desembarco del Granma son 79 costureras // Foto Denia Fleitas