Un radialista de mucha buena suerte y una eterna felicidad

Manzanillo. Agosto 27.- “Mi vida en la radio ha sido maravillosa reamente uno tiene en la vida momentos buenos y malos, pero pienso que este medio ha sido maravilloso, hay algo que casi  es un cliché, decir la radio es mi vida, y yo pienso eso mismo”.

Estas son las palabras con las que sintetiza un sentir y modo de pensar el director y locutor Héctor Reyna Matos, quien recibió el Micrófono  de la radio como premio  a sus más de 28 años de labor ininterrumpida  en este sector radiodifusor.

“Tengo mucho que agradecer a unos cuantos maestros, a los que en aquel momento eran la generación más antigua que tenía la emisora,  algunos empíricos, otros de escuela, pero gente con mucho talento, rigor en el trabajo y muchos deseos de hacer, sobre todo con el deseo de enseñar a la generación que estaba entrando a esta casa radial”.

El vasto radialista habla de sus inicios con mucho orgullo, “entré en el año 1988 y profesionalmente comencé  en el1991,  me ayudó mucho y me aportó el tener muy buenos profesores  que hacían radio en aquel entonces, porque  justamente cuando uno tiene una buena escuela y aprende lo mejor de ella, te encamina, te enseña a seguir la vida y hacer después tu mismo tu camino”.

Momentos de satisfacción suprema colman la vida de este hombre que dedica cada instante de su vivir a dar lo mejor de sí mismo a los oyentes, “tengo dos grandes momentos que marcan mi existencia, uno fue trabajar en emisoras nacionales como Radio Reloj, Rebelde, Radio Habana Cuba, el servicio de Prensa Latina de este medio difusor  también, y en la emisora metropolitana; y otro momento trascendental en mi vida fue cuando recibí el derecho de ser parte del tribunal de evaluación del oriente cubano”

No todo ha sido color de rosa en su caminar por  este medio comunicativo, las dificultades y situaciones no han faltado. “Un momento complejo fue cuando la muerte de Pérez Quintosa, estuve en esa programación esa noche, nos valió un premio al colectivo realizador; pero fue un instante muy tenso porque se estaba dando la cobertura a los sucesos y el seguimiento de los que  habían escapado de Tarará y todo lo que allí ocurrió, porque  fueron capturados aquí en Manzanillo, y nuestra emisora estuvo a tiempo completo llevando la información;  otro muy tenso y triste por demás, fue la muerte del Comandante”.

¿De qué manera hacer la radio hoy, desde la perspectiva de Héctor Reyna Matos?

“Bueno  en primer lugar se impone  la disciplina, el rigor, el buscar cada día, en no quedarse estático, escudriñar, en escuchar  a todo el mundo, porque pueda que no sepa de radio, pero cada criterio puede ayudar a tu trabajo, dar siempre lo mejor de sí”.

Existe un  binomio que es para muchos complejos y en ocasiones puede traer sin sabores: juventud – experiencia, ¿Qué piensas de esta combinación?

“Es válido  sobre todo cuando hay interés de los más jóvenes en aprender, como hicimos nosotros, no se puede entrar a este medio creyendo que te lo sabes todo porque incluso te vas del medio y aún  no terminas de aprender algo nuevo cada día”.

Sin dudas, el que reconozcan tu trabajo trae consecuencias en el desarrollo del trabajo futuro, para Héctor Reyna, ¿Qué significa este premio?

“Mucho, fue algo inesperado, y sobre todo a los 50 años, por lo general se da después de 25 años de labor ininterrumpida, pero siempre se recibe con un poquito más de edad, realmente me compromete mucho más, a trabajar cada día con más rigor, ir enriqueciendo mi obra, de seguir haciendo lo que hago porque el premio es un reconocimiento, pero uno no  puede quedarse hasta ahí”.

Con su voz matizada, con los colores que le aportan los múltiples tonos, ritmos, junto a la intencionalidad,  la seguridad, conquista al escucha con su eslogan que lo identifica desde sus inicios en la radio: “les deseo mucha pero mucha buena suerte y una eterna felicidad”.