Bartolomé Masó, un manzanillero digno de imitar

Santiago López Martínez  //Foto Eliexer Pelaez Pacheco
Santiago López Martínez //Foto Eliexer Pelaez Pacheco

Manzanillo. Diciembre 21.- Hoy se cumplen los 190 años del natalicio del patriota manzanillero Bartolomé Masó Márquez, Mayor general del Ejército Libertador, durante la última guerra de independencia de Cuba que llegó a ser presidente de la República en Armas.

Sobre esta figura conversa con nuestra redacción Santiago López Martínez, historiador de la ciudad de Manzanillo, quien destaca la presencia de Masó en la historia patria.

-¿Qué representa este patriota para Manzanillo?
– Para los manzanilleros Bartolomé Masó es una de las grandes personalidades teniendo en cuenta sus méritos y accionar en la localidad. Si hay una persona con una extraoridinaria humildad durante toda su vida ese es Masó.

En esta zona se iniciaron las luchas por la independencia de Cuba, acciones donde está presente esta figura.
Sus méritos son tan excepcionales que le permitieron convertirse en el último presidente de la República en armas, cargo que también desempeñó otro manzanillero, Manuel de Jesús Calvar Oduardo (Titá Calvar). Es alguien que aunque no nació en Manzanillo lo consideramos como hijo de esta tierra. Él es el paradigma que la juventud debe seguir.

– Bartolomé Masó era de una familia económicamente desahogada. ¿Por qué se incorpora a una guerra donde la gran parte de los participantes eran esclavos, obreros independientes y campesinos?
– Su actitud forma parte de su gran humildad, palabra que no quiere decir extremadamente pobre. Humildad es un modo de actuación de los hombres independientemente de la cantidad de riquezas que posean.

Masó desde los primeros momentos se incorporó al movimiento revolucionario organizado en Bayamo por Aguilera, Perucho Figueredo, los manzanilleros Titá Calvar, el bayamés por nacimiento y manzanillero por adopción Carlos Manuel de Céspedes, promotores de la organización de la lucha.

A pesar de las riquezas que tenía por ser de una familia económicamente acomodada, estuvo el día nueve de octubre de 1868 en La Demajagua, se alzó el 10, y el día 11 en la segunda parada que hizo Céspedes rumbo a Bayamo, realizada en Blanquizal donde se otorgaron los primeros grados militares, a Masó le correspondió, después de Céspedes, el grado más importante en la lucha.

Por eso haber iniciado las luchas, mantenerse durante los 10 años, incorporarse a la guerra del 95 hasta su final, es lo que nos dice que no importó la cantidad de riquezas que tuviera Masó, es un digno representante de esa oleada de mambises que fueron capaces, con sus ejemplos, hacer todos los intentos posibles para que Cuba fuera libre.


-¿Por qué Masó es el único general de la guerra anterior que está presente en los alzamientos del 24 de febrero para el inicio de la guerra necesaria?
– Una vez terminada la guerra de los 10 años la mayoría de sus grandes oficiales se fueron del país para reorganizar una nueva contienda en diferentes países, unos a los Estados Unidos, otros a Centromérica. El único general que retornó a su terruño fue Bartolomé Masó.

Fue de esos hombres con una valentía extraordinaria, termina la guerra, viene un proceso de tregua fecunda, muchos de los que participaron en la guerra fueron perseguidos y asesinados por el gobierno colonial español, sin embargo Masó se mantuvo en Manzanillo.

Es por eso que cuando se dan las condiciones en esa etapa organizada por José Martí y se emite la orden de alzamiento, el único general que participó en uno de esos alzamientos fue Masó en Bayate el 24 de febrero de 1895.


-¿Cómo desde Manzanillo debemos honrar la vida y obra de tan gran ilustre cubano?

– En primer lugar poner en práctica todos los días los valores humanos de Masó, sobre todo por la juventud. Esos valores que dignifican al proceso revolucionario desde Manzanillo y para toda Cuba. Creo que de esa manera le rendiremos tributo.

Masó era un constante trabajador, no sólo en la lucha, también en los tiempos de post guerra, y eso es lo que necesita hoy el pueblo de Manzanillo, que los jóvenes, los trabajadores y todos, seamos más responsables, más cuidadosos, que no nos dejemos engañar por nadie, valores que también los tenemos en Bartolomé Masó.

Este general siempre estuvo vigilante, como vigilante tiene que estar toda la población de Manzanillo en los momentos en que vivimos.

El que trabaja más, el que logra más recursos a pesar de toda la situación que tenemos, ese revolucionario es digno representante de Bartolomé Masó.