Manzanillo. Septiembre 13.- Si hay algo que nos deja bien claro la actual situación epidemiológica que vivimos a causa de la COVID-19, enfermedad altamente contagiosa y letal causada por el nuevo coronavirus Sars-Cov-2, es que sólo nuestra responsabilidad individual, de la familia y colectiva, es hasta el momento la única vacuna eficaz para su cura.
Los últimos meses han demostrado que una conducta responsable ante la sociedad, es uno de los factores más importantes para enfrentar con éxito a la pandemia, que suma en todo el mundo ya una cifra superior a los 28 millones 199 mil contagiados, y más de 910 mil 78 fallecidos.
Si valoramos el por qué del aumento de los casos, sobre todo en nuestro país, es evidente que la mayor consecuencia es por irresponsabilidad de algunas personas que asumen conductas nada razonables e irrespetuosas con las medidas que se orientan para evitar el contagio y la propagación de la enfermedad.
Es válido reflexionar que si aún no existe una vacuna registrada oficialmente para la cura de la COVID-19, ¿por qué hay ciudadanos que se arriesgan al poner en peligro su vida y la de los demás?.
Si el llamado hasta el momento es a mantener la distancia, evitar los contactos en los saludos, aplazar los abrazos, ¿ por qué no dejamos las fiestas para después? ¿Es que acaso no podemos vivir sin fiestas?
Es mejor celebrar un cumpleaños con los miembros de casa, y no llenar el hogar poniendo en riesgo nuestra propia salud y la de los demás.
Además hay que reflexionar que si las personas con sintomatología respiratoria no acuden al médico, no solo se agrava la COVID-19, también otras enfermedades respiratorias que circulan en el país.
Pensemos también en los asintomáticos que reportan un número elevado de contagios en la isla. Por eso seamos responsables con el uso correcto de la mascarilla, no debemos llevarla de collar, ni tener la nariz descubierta, tampoco transitar los lugares públicos con nuestros tapabocas en las manos, es mejor usar esta prenda donde va, en nuestro rostro.
Igual recuerde ser disciplinado con el lavado frecuente de las manos, cumplir con la desinfección de las superficies y los pasos podálicos, y exigir el distanciamiento social, normas responsables que nos ayudarán a evitar el contagio.
Aún no se han publicado estudios que evidencien que la persona puede quedar con inmunidad para toda la vida después de contraer la COVID-19, por eso es mejor ser responsables, velar por nuestro cuidado y protección personal y colectiva, así podremos vencer esta batalla y algún día abrazarnos.