El Fondo Cubano de Bienes Culturales tendrá un recinto ferial en La Habana (+ Fotos)

Planos del recinto. Foto: Cortesía del FCBC.

Las ferias comerciales del Fondo Cubano de Bienes Culturales no han tenido hasta la fecha un lugar fijo de exposiciones en La Habana. Se realizan en Pabexpo, el Pabellón Cuba e incluso hasta en el Complejo Morro- Cabaña. Sin embargo, la situación cambiará a partir de 2019. El nuevo espacio expositivo será en Línea y 18, en el Vedado capitalino.

La otrora estación ferroviaria el “El Carmelo” está en un proceso de reconstrucción, la primera parte del proyecto inversionista incluye dos naves para expositores, áreas gastronómicas, los baños y parte del jardín, que se planea terminar a finales de este año en el contexto de la Feria Internacional de Artesanía.

El recinto ferial se construye como parte de los festejos por los 500 años de la fundación de La Habana, y formará parte del Corredor Cultural de Línea, proyecto cuyo objetivo es agrupar espacios de disfrute e intercambio artístico con el público cubano.

Un poco de historia

La estación “El Carmelo” funcionó desde 1907 hasta 1950. Estaba compuesta por un edificio destinado a la administración y oficinas; por los talleres y el amplio patio que sirvió de estacionamiento a los tranvías.

En ese entonces, fue la principal estación con la que contaba la compañía “Havana Electric Railway” para complementar el sistema tranviario. La estación consistía en una edificación de ladrillos de 40 metros por 30 que abarcó dos manzanas completas.

La forma de transporte por tranvía estuvo funcionando en el país hasta comienzos de la década de 1950. No obstante, la instalación no dejó de funcionar por completo y desde 1958 comenzó a ser un paradero, bajo la propiedad de Autobuses Modernos S.A.

Después del triunfo de la Revolución, el 1 de enero de 1959, se nacionalizaron los servicios de transporte público. Los paraderos, estaciones y fábricas comenzaron a agruparse en conglomerados empresariales, que a su vez se regían por la Corporación Nacional de Transporte, que posteriormente paso a ser el actual Ministerio de Transporte.

En 1962 en local cita en línea, entre 18 y 20, fue convertido en una fábrica de ómnibus para el transporte público bajo el nombre de Empresa Claudio Argüelles Camejo. Gracias al arduo trabajo de sus obreros, logra su mayor esplendor entre 1970 y 1980, cuando se importaban varios modelos de los países socialistas de la URSS.

En 1992 comienzan a verse los efectos del Periodo Especial y la función de fabricación desaparece por la carencia de materias primas en el país.

Ya para el año 1995 el sitio fue dedicado al ensamble de bicicletas y se renombró como “Fábrica de Bicicletas Pipián”. Las piezas eran importadas en su mayoría de China y montadas en la fábrica, hasta el año 2002 cuando un incendio devoró e inhabilitó el lugar.

El proceso constructivo

Proceso de remodelación del Recinto de 18 y Línea. Foto: Thalía Fuentes/ Cubadebate.

Desde el diciembre del año pasado comenzó el proceso de restauración y remodelación del espacio, donado por el Ministerio de Cultura al FCBC. Dentro de las acciones que se están realizando incluye las demoliciones de elementos estructurares en mal estado y los que no están incluidos en el nuevo diseño.

También, se trabaja en la restauración de las paredes de ladrillos, pues dentro de los objetivos está rescatar el valor patrimonial de una edificación que perdura hace más de un siglo.  Se agregarán nuevos diseños que aludan a la estructura original, conservando como premisa la idea de conservar los rasgos identitarios del inmueble.

Se restaurarán los pisos, el sistema eléctrico, las redes hidráulicas y sanitarias, la cubierta de hormigón armado, y los trabajos de jardinería para poder ofrecer al público un gran parque central habilitado con bancos y árboles que ofrezcan sombra, para que los visitantes puedan descansar y compartir en familia.

Asimismo, se colocarán rejas acordes a los usos que ha tenido el inmueble, con diseños de tranvías y bicicletas; pues el lugar siempre estuvo vinculado a los medios de transporte.

Para lograr estos objetivos, informó Jacqueline Ruiz Sastre, especialista en inversiones del FCBC, existen más de 10 colectivos de artesanos trabajando diariamente en el proyecto. “Se incorporarán más en la medida en que avance la obra”.

Nuevos bríos del inmueble

Planos del recinto. Foto: Cortesía del FCBC.

El Recinto Ferial de Línea y 18 contará con un área de ferias y exposiciones, entradas por todas las cuadras que abarca, cafeterías y restaurantes, salas de conferencias, almacenes para mercancías; y no solo funcionará en los períodos de las Ferias, será también un espacio fijo donde los artesanos cubanos podrán comercializar sus productos.

Además, se realizarán actividades para los niños, espectáculos teatrales, proyección de películas, exposiciones en una galería de arte y espacios de vinculación con la comunidad.

El espacio, que cuenta con más de 10 mil metros cuadrados, es propicio para las ferias que organiza el Fondo Cubano de Bienes Culturales, las cuales históricamente se han caracterizado por la fuerte presencia de público. Este puede ser el lugar idóneo para lograr un mayor intercambio del público con los artesanos cubanos.

En fotos, el proceso constructivo

Espacio donde radicará el parque. Foto: Thalía Fuentes/ Cubadebate.

Proceso de remodelación del Recinto de 18 y Línea. Foto: Thalía Fuentes/ Cubadebate.

Proceso de remodelación del Recinto de 18 y Línea. Foto: Thalía Fuentes/ Cubadebate.

Planos del producto final

Planos del recinto. Foto: Cortesía del FCBC.

Planos del recinto. Foto: Cortesía del FCBC.