Más de 60 000 personas en Cuba –de las cuales hay un porciento que se encuentra en situación de vulnerabilidad social– son beneficiadas con el Sistema de Atención a la Familia (SAF).
Según explicó recientemente, en el programa Mesa Redonda, la ministra del Comercio Interior (Mincin), Betsy Díaz Velázquez, se mantiene ese sistema en el que el asistenciado o beneficiario paga 13 pesos por el almuerzo y 13 por la comida, como máximo, pero con la insatisfacción de que la calidad de los alimentos puede y debe ser mejor.
«Apostamos a la calidad de los servicios que prestamos en este sistema», dijo, e informó que en los últimos tiempos han aumentado las personas censadas, pues a raíz de la implementación de la Tarea Ordenamiento, cuando el servicio dejó de costar un peso, más del 48 % de los beneficiarios causaron baja.
Señaló, además, que en ese sistema participan varios organismos como Deportes, Salud y trabajadores sociales, junto con los Gobiernos locales, que tienen que revisar si la persona beneficiada responde exactamente a los que deben acogerse al SAF.
Somos los responsables, pero tenemos que ampliar la atención a estas personas, y donde no exista una unidad de la gastronomía popular que pueda prestarla, buscar alternativas, afirmó.
La Ministra precisó también que el SAF se ha mantenido en las prioridades de organismos internacionales, mediante el Programa Mundial de Alimentos (PMA), que aporta arroz, granos y aceites.
Hay 22 municipios que se benefician con proyectos vinculados a equipamientos, y acabamos de distribuir –salvo en Santiago de Cuba, que tenía pendiente un traslado que ya concluyó– todos los donativos chinos, insumos en condiciones óptimas de inocuidad para la prestación de ese servicio (platos, utensilios de cocina, termos para que las personas se puedan llevar esos alimentos al hogar).
«Creo que en el Sistema de Atención a la Familia estamos en condiciones de transformar la calidad del servicio. Aunque lo queremos, la situación es compleja en todo el país. Al menos, debemos lograr la estabilidad de los aportes nutricionales que tiene que dar el SAF», concluyó.