La ruta de gloria de José Martí

La famosa frase “Dicha grande”, permanece prendida en la página inmortal del desembarco de José Martí y la Mano de Valientes en Playita de Cajobabo la noche tormentosa del 11 de abril de 1895. Para la historiografía, aquel aserto reúne la voluntad que no se rinde, el espíritu que jamás conoce el desaliento. 

La presidenta de la Sociedad Cultural José Martí en Guantánamo, la investigadora, ensayista y promotora cultural, Noralis Palomo Díaz, subrayó momentos difíciles que antecedieron a la célebre expresión del Apóstol: fracasos, angustias, el sinuoso itinerario desde Montecristi, las inclemencias del tiempo. 

Noralis Palomo Díaz calificó de dura prueba aquella travesía iniciada en Playita de Cajobabo el 11 de abril de 1895, donde un Martí débil de salud, aquejado por fiebres, no habituado a escalar montañas, con una grave tumefacción en el tobillo, enfrenta la sed, el cansancio,  la sudoración constante, la lluvia, y una floresta cerrada y hostil. 

La ruta de gloria de José Martí

La Presidenta de la Sociedad Cultural José Martí en Guantánamo, reiteró la consabida sensibilidad del Apóstol, que al margen del permanente acoso enemigo, halló siempre el tiempo para agradecer el cariño y la ternura de los lugareños, captar la grandeza espiritual que radica en la pobreza, y significar el vasto mundo cultural del campo cubano.         

Playita de Cajobabo el 11 de abril de 1895