Los desvelos de Juan por una ciudad reluciente

Juan atiende la limpieza de la avenida malecón de la ciudad //Foto Eliexer Pelaez Pacheco

Si hay un oficio digno de admirar es el que protagonizan cada día los miembros de los servicios comunales, quienes tienen importantes misiones: una de ellas es conservar la limpieza de la ciudad, para que la urbe pueda mostrar su mejor rostro a los visitantes y foráneos.

Bien lo sabe el manzanillero Juan Santiago Arzuaga Venecia, uno de los responsables en mantener la higiene de la arteria Bartolomé Masó, popularmente conocida como Avenida Malecón.

Su jornada comienza mucho antes de que el sol asome los primeros rayos. Desde las cuatro de la mañana ya está en pie porque su trabajo comienza justo una hora después.
Luego del primer sorbo del café deja el calor de su vivienda para estar listo a las cinco de la madrugada en esta área que le corresponde limpiar.

Sencillo, humilde, muy responsable, trabajador y honesto, así se muestra Juan, con quien tuve el placer de conversar y descubrir en él sus dotes de comunicador, porque no le da pena hablar.

«Aquí debemos permanecer hasta la una de la tarde cumpliendo con las ocho horas de trabajo. Esta es un área complicada por las condiciones y características que tiene, además en este sitio se realizan muchas actividades recreativas por lo que debemos limpiarlo constantemente».

Juan Santiago Arzuaga Venecia //Foto Eliexer Pelaez Pacheco

«Cuando hay condiciones climáticas difíciles, como las lluvias, la limpieza es más complicada, porque este lugar es muy vulnerable a la acumulación de la basura, la arena y el fango que son arrastrado por el agua, por lo que necesitamos entonces varios días y refuerzos para lograr la limpieza».

Durante el tiempo que estuvimos conversando me llamó la atención que nunca soltó su escoba. Con ella en manos todo momento pude deducir lo importante que es para él este trabajo que ha desempeñado con sentido de pertenecia durante cinco años.

«Voy a ser sincero con usted periodista, yo trabajé toda mi vida en la construcción y por mi enfermedad tuve que abandonarlo, porque el polvo y la humedad me estaban haciendo daño. Entonces pude incorporarme a este oficio en comunales, y sin mentirle, el mejor trabajo que he tenido ha sido este», refirió.

«Este ha sido el mejor trabajo que he tenido, dijo Juan» // Eliexer Pelaez Pacheco

«Me siento muy orgulloso cada vez que viene un visitante y elogia la limpieza de nuestra ciudad, eso levanta nuestro ego como manzanilleros».

En los últimos meses en que enfrentamos a la actual situación epidemiológica que afecta a nuestro país y al mundo, debido a la pandemia causada por la COVID-19, enfermedad provocada por el nuevo coronavirus Sars-Cov-2, los hombres y mujeres de este sector han tenido un protagonismo eficaz.

«En este tiempo nunca dejamos de trabajar, al contrario, se redoblaron los esfuerzos porque no sólo ayudamos en la lucha contra la pandemia, también tuvimos que accionar contra la proliferación del mosquito para evitar otras enfermedades causadas por las arbovirosis».

«Nosotros lo que hacemos es higienizar la localidad y así cooperamos a vencer los padecimientos que puedan afectar nuestra salud individual y colectiva».

Al concluir este hombre de manos callozas envío un mensaje a la población. «Que luchemos por un municipio más bello, y combatamos las indisciplinas porque es lo que más nos afecta, pues casi siempre cuando limpiamos a las cinco de la mañana una calle, los vecinos no consideran nuestro trabajo y comienzan a verter las basuras que manchan la imagen de nuestro pueblo. Es mejor cuidar la limpieza y vivir orgullosos de una ciudad reluciente».

«Es mejor cuidar la limpieza de nuestra ciudad y vivir orgullosos de una ciudad reluciente», expresó Juan //Foto Eliexer Pelaez Pacheco