Rinden tributo a Ignacio Agramonte en aniversario de su natalicio

Foto: Rodolfo Blanco Cué
Foto: Rodolfo Blanco Cué

Camagüey, 23 dic (ACN) Describir la impronta del Mayor General Ignacio Agramonte Loynaz a 182 años hoy de su natalicio resulta casi imposible, por lo que honrarlo más allá de mayo y diciembre, en los momentos de vicisitudes y triunfos, constituye el mejor homenaje del pueblo, expresó Fernando Miguel Manso Alonso, profesor de Historia de Cuba de la Universidad de Camagüey.

   Los hijos de esta tierra, dijo, se levantan todos los días con la inspiración de seguir el ejemplo de quien se distinguió por su presencia física, varonil belleza, pulcritud al vestir, esmerada educación, trato respetuoso y seriedad.

   Justo en la Casa Natal de El Mayor, dirigentes de las organizaciones políticas y de masas, además de una representación de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, el Ministerio del Interior y trabajadores de importantes sectores socioeconómicos del territorio rindieron tributo a quien calificara José Martí como «un diamante con alma de beso».

   Al rememorar la trayectoria del insigne mambí destacó los mortales ingredientes que armaron al bayardo, quien naciera, al decir de la prestigiosa historiadora Elda Cento Gómez, en una cuna rica, criolla y camagüeyana.

   En el sitio escogido para rendir homenaje al héroe epónimo de la provincia, Manso Alonso significó que en la ciudad resalta entre los inmuebles circundantes la enorme casona esquinera de dos plantas, entre suelo, patio central con tinajones y escudo de armas.

   Desde allí, precisamente, como cada año, la Banda Provincial de Conciertos guió la peregrinación de los herederos de la estirpe de Agramonte hasta el parque que lleva su nombre, donde una ofrenda floral depositada en la estatua que inmortaliza su imagen demostró la vigencia de su legado y el compromiso de los camagüeyanos de mantener la vergüenza como principal estandarte para conquistar nuevas victorias.

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