Manzanillo. Marzo 12.- Es la solidaridad uno de los mayores valores que tienen los cubanos, virtud que nos caracteriza y que se enriquece cada vez que se realiza uno de los gestos como lo hizo el campesino Guillermo Arceo Hernández.
Este manzanillero hace sólo unas horas realizó una donación de alimentos al centro de aislamiento ubicado en el docente cuatro de la facultad de ciencias médicas, más conocido como el politécnico de la salud de este territorio, para ayudar a la atención de los pacientes que allí se encuentran.
Arceo Hernández entregó a este sitio tomates, ajíes, berenjenas y plátanos burro. A él me lo encontré en su punto de venta ubicado en el mercado La Kaba donde comercializa los productos cosechados por sus manos en sus propias tierras.
«Hace días yo quería hacer este aporte porque, en estos momentos en que vi que se reactivaron los centros de aislamiento por el rebrote de la COVID-19, recordé la donación grandísima que hicimos en el año pasado a la escuela pedagógica Celia Sánchez Manduley, donde se encontraba en aquel instante uno de estos sitios, y enseguida pensé en entregar algo de mis cosechas.
En aquel entonces esa donación la realizamos en conjunto los trabajadores por cuenta propia que concurrimos a este mercado, en unión con la empresa municipal de acopio y La Kaba. Enseguida busqué orientación a qué sitio podía hacerlo, y me dirigí al centro del politécnico de la salud para brindar mi pequeño apoyo allí donde se atienden a las personas sospechosas de padecer la COVID-19″, dijo Guillermo.
El humilde y modesto gesto de este campesino de pura cepa le llena de satisfacción porque así puede ayudar a los más necesitados. «Para mí es una alegría porque este también es mi aporte al combate que se realiza a esta enfermedad que está azotando al mundo, y realmente me sale del corazón socorrer a todos los que se enfermen con esta dolencia», señaló Guillermo.
Arceo Hernández es uno de los emprendedores cuentapropistas locales que también tiene otro punto para la comercialización de sus alimentos a la población. «Soy concurrente en La Kaba, pero tengo un sitio arrendado en la ciudad pesquera, y de los productos que llevo para los dos lugares de venta dedico un por ciento para ofrecerlos a los centros de aislamiento en un gesto humanitario para los que están enfermos allí», destacó el labriego.
El aporte de hombres como Guillermo es vital para ayudar no sólo a los que padecen la enfermedad, también al personal de la salud y voluntarios que en estos sitios igual luchan contra un enemigo invisible que no distingue de raza, sexo, o edad. Por eso este campesino ya se prepara para en las próximas horas realizar otra donación como esta a la zona roja del hospital pediátrico provincial Hermanos Cordové, y para los niños enfermos con cáncer que en esta institución se atienden.
Guillermo aprovecha la oportunidad para enviar un mensaje a otros cuentapropistas que se motiven a realizar gestos como este. «Todos los que se puedan unir que lo hagan porque es hermoso ayudar a los demás. Los concurrentes de este mercado agropecuario La Kaba estuvimos de acuerdo en realizar nuestros aportes, y así lo haremos cada vez que podamos y se nos convoque», agregó con orgullo este trabajador del sector no estatal.
Este es otro de esos gestos que llenan el corazón y que sólo se puede lograr en un país como el nuestro, donde el hombre está en primer lugar por encima de todo. Nuestro agradecimiento es también para esos campesinos como Guillermo que demuestran que Cuba salva de diferentes maneras, y que todos juntos podemos luchar y vencer.