Una joven valiente en la zona roja del hospital infantil manzanillero (+Fotos)

La Dra. Yaquelmis Borrego Antolín, especialista en primer grado de pediatría fue una de las que abrió la zona roja en el pediátrico manzanillero //Foto Eliexer Pelaez Pacheco

La doctora Yaquelmis Borrego Antolín, especialista en primer grado de pediatría tiene sólo 27 años, y es una de las jóvenes valientes de estos días que enfrentó en la zona roja del hospital pediátrico provincial Hermanos Cordové, a la COVID-19 en la primera línea de combate.


Esta cubana de pura cepa sólo lleva dos años de graduada como pediatra, y es tanta su entrega y pasión por la medicina y los niños, que no le fue difícil asumir el llamado que llegó de sorpresa, cuando en medio de una guardia le informaron que debía dirigirse al sitio preparado del centro médico manzanillero, donde se iban a recibir los primeros pacientes sospechosos de padecer la COVID-19 en edades pediátricas del territorio.


Ella fue de las que abrió a este lugar junto al primer equipo que laboró en la zona roja de la institución. «Entré el día cinco de febrero último a este sitio. Fui normal a mi guardia, entraba a las cuatro de la tarde y me informa la vicedirección del hospital que iba a recibir a los dos primeros casos altamente sospechosos a la COVID-19.


De inmediato realizan una reunión con todo el equipo y nos plantean que debíamos entrar a la zona roja que se iba abrir, y que nos quedaríamos por 14 días. En la jornada siguiente entró el resto de los compañeros incluyendo a la Dra Adriana, especialista de segundo grado también en pediatría, y el doctor Leandro, un clínico que formó parte del equipo para la atención a las madres, así como el resto de los cuatro enfermeros, una pantrista, y ya teníamos una auxiliar que había entrado conmigo esa noche».

El equipo de trabajo en la zona roja del hospital infantil manzanillero fue como una familia, (de izquierda a derecha) Rafael, Karina, Yaquelmis y Adriana //Foto cortesía de la entrevistada
De izquierda a derecha Rafael, Adriana y Yaquelmis //Foto cortesía de la entrevistada


En este combate también aparecen nombres como el de Rafael, uno de los enfermeros, y Karina que completarían la novena de especialistas que juntos se enfrentaron cara a cara con esta enfermedad. La misión de ellos fue la vigilancia epidemiológica a estos infantes altamente sospechosos y los que fueron confirmados positivos al nuevo coronavirus Sars-Cov-2 se trasladaban hacia Santiago de Cuba.


«Varios resultaron positivos a la enfermedad, afortunadamente pudimos sacar otros pequeños negativos a los PCR, y los que estaban contagiados tuvieron una evolución excelente, no tuvimos complicaciones en ninguno de ellos. En los que necesitamos usar el tratamiento con el Interferón la respuesta fue magnífica en las primeras 24 a 48 horas, que todos consideramos que fue un gran logro», dijo Borrego Antolín.


Esta doctora no lo pensó dos veces para asumir el llamado que se le hacía aunque, «de momento choca porque no iba preparada para esa función, pero la respuesta mía por supuesto que iba a ser un sí. Rápido le comuniqué a mi familia y asimismo lo que nos correspondió».

De izquierda a derecha Yaquelmis, Rafael (de pie) y Adriana en la zona roja del hospital infantil manzanillero //Foto cortesía de la entrevistada
Para poder identificarse se escribían sus nombres en el pecho //Foto cortesía de la entrevistada
De izquierda a derecha, las doctoras Yaquelmis y Adriana, junto al enfermero Rafael en la zona roja del hospital infantil manzanillero //Foto cortesía de la entrevistada


Desde su juventud ella suma ahora una nueva experiencia personal a su profesión que «fue bonita a pesar de estresante, porque sabes que estás frente a un paciente enfermo con COVID-19, y más una vez que te lo confirman, pero aseguro que mil veces la respuesta tenía que ser un sí».


Durante esos 14 días en que estuvieron vigilando a los niños en la zona roja del hospital infantil, se vivió una unión entre el equipo y una empatía con los pequeños y sus familiares que este doctora asegura nunca olvidará.


«El equipo médico que formamos fue una gran familia y los pacientes muy agradecidos, las madres en la actualidad todavía nos escriben, las que trasladamos a Santiago de Cuba nos han escrito contándonos la evolución de los pequeños, y las que están en las casas todavía nos llaman para transmitirnos sus agradecimientos y deseándonos que nuestras pruebas sea negativas».

Varias muestras de agradecimientos reciben este equipo de las madres de los infantes ingresados en la zona roja del hospital infantil manzanillero. Este es uno de ello publicados en la red social de facebook //Foto cortesía de la entrevistada


Ella ahora junto al personal que combatió la COVID-19 en este centro, desde el pasado 17 de febrero cumple con el aislamiento en el centro de alojamiento de la construcción El paraíso de Manzanillo, desde aquí comparte una experiencia que más le marcó en su función.


«Creo que la experiencia más grande fue ver la recuperación tan buena que tuvieron los niños, no pensé que la respuesta al tratamiento iba a ser tan efectiva, o sea nosotros leemos en los libros, vemos en la televisión y nos asustamos un poco, pero ver que esa evolución fue correcta, que incluso el restablecimiento de una madre positiva también haya sido tan rápido, fue la experiencia más grande y más bonita que tuvimos todos. Hablo en nombre del equipo porque todos conversamos ese tema a diario».


Durante ese tiempo la doctora Yaquelmis y sus compañeros tuvieron que estar lejos de sus seres queridos, y no pudieron compartir de fechas significativas para sus familiares como los cumpleaños y otras celebraciones, pero esta joven valiente asegura que si la volvieran a llamar para asumir otra vez la zona roja lo haría sin pensarlo dos veces.


«Sí, volvería mil veces. Nos pasamos todos el 14 de febrero en esa área, fue algo triste. La doctora Adriana y yo estuvimos lejos de los cumpleaños de nuestras madres, algo que choca bastante y que duele», expresó con una voz entrecortada por la emoción, pero una frase selló su mensaje, y no podía ser de otra manera por el valor y la entrega que han demostrado: «mil veces diríamos que sí de nuevo».

Las doctoras Yaquelmis y Adriana en la zona roja de Manzanillo (de izquierda a derecha) //Foto cortesía de la entrevistada


Esta muchacha que estuvo cara a cara frente a la COVID-19 aprovecha la oportunidad para transmitir un mensaje a la población, en especial para los que conviven con infantes.


«Que hay que cuidarse, que no sabemos dónde está el virus, que ya tiene su presencia junto a nosotros, que puede estar en cualquier momento, cualquiera lo puede tener y nos puede infectar, y la barrera más potente que tenemos es la mascarilla, es aislarnos, es quedarnos en casa cuando toca porque del otro lado hay muchas personas que estamos dando todo por tratar de parar la pandemia, pero que sin esa responsabilidad individual y si no ayudamos todos, nunca lo podremos lograr», destacó.

Esta doctora recomienda a la población que se cuide y evite el contagio de los pequeños //Captura de pantalla tomada de facebook.


En su experiencia esta doctora nos confiesa además lo triste que es observar a un niño enfermo de este virus. «Es increíble, uno cree que es mentira, cuando te confirman te choca que tan pequeño lo tenga. Tuvimos un paciente maravilloso de seis meses que nunca lo vi llorar, que era el niño más feliz que he visto en mi vida y saber que lo tenía fue impresionante para nosotros, pero bueno es la realidad que hoy tenemos que enfrentar».


Al pedirle que resumiera en una palabra o una frase esa misión que tuvo en la zona roja del pediátrico manzanillero ella no lo pensó dos veces y dijo: «Valientes, como nos dijo Buena Fe».


Y sí esta es una de esas valientes que estuvo al lado de las madres e infantes contagiados con la COVID-19 en Manzanillo, que entregó largas jornadas a la vigilancia de esos pequeños duendes traviesos, y que ahora cumple su tercera jornada de aislamiento, un período de 10 días más lejos de sus seres queridos.


A ella y a todos, nuestro especial y más sincero agradecimiento, un aplauso no bastaría para demostrar cuanto los admiramos por ser esos seres humanos y profesionales que hoy la Patria necesita para el cuidado de la salud de nuestros pequeños. ¡Gracias Valientes!

El equipo de trabajo en la zona roja del hospital infantil manzanillero fue como una familia, (de izquierda a derecha) Rafael, Karina, Yaquelmis y Adriana //Foto cortesía de la entrevistada




4 comentarios en “Una joven valiente en la zona roja del hospital infantil manzanillero (+Fotos)

    1. Gracias a ustedes por todo lo que hicieron por esos pequeños en la zona roja del pediátrico manzanillero. Llegue a ustedes nuestros más sinceros agradecimientos.

  1. La familia de En Casa (de la zona costera) necesita medios de apoyo material y logístico. La periferia rural también, en especial la de nuestro municipio y ciudad. Amen de los recursos otorgados y asignados por el gobierno local son necesarios en este porvenir sanitario. .

  2. ME SIENTO MUY ORGULLOSO DE ESE COLECTIVO VALIENTE Y PROFESIONAL. SE QUE LOS PADRES ESTÁN MUY AGRADECIDOS. HONOR A QUIEN HONOR MERECE

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