‘Lula está muy preocupado por el tema del desempleo, el colapso de las políticas públicas, la precariedad de los derechos. Está pidiendo al pueblo, a los movimientos sociales y sindicales que se organicen para evitar el desmantelamiento de Brasil’, indicó Okamotto.
Reveló que el exdirigente obrero está claro sobre la farsa judicial inventada para condenarlo.
‘Es parte de un proyecto político para evitar que sea presidente y abogar por un proyecto de país más equitativo y justo. Este proyecto ganó y en este gobierno lo estamos viendo’, apuntó el exsindicalista de ascendencia japonesa.
Respecto a la defensa del fundador del Partido de los Trabajadores, Okamotto comentó que las expectativas son para la cancelación del proceso y no para la progresión hacia un régimen penal semiabierto.
‘Hubo abuso y prejuicio del fiscal y el juez (Sérgio Moro), combinando juego y evidencia. No fue un juicio justo. Fue como un juego de fútbol en el que el árbitro quiere que gane uno de los equipos’, remarcó.
Las acusaciones de parcialidad de Moro, interpuestas hace tiempo por la defensa de Lula, confirmaron evidencia en las filtraciones de mensajes del sitio The Intercept que involucraban a fiscales de la operación anticorrupción Lava Jato.
Cada vez resulta más claro que Lula es víctima de persecución política y la comunidad internacional también se ha dado cuenta. La semana pasada, 17 de los mejores abogados del mundo enviaron una carta al Supremo Tribunal Federal (STF) pidiendo la libertad del exmandatario, señaló Okamotto.
Recordó que la campaña mundial Lula libre recolecta firmas en una petición para la anulación de juicios contra el exlíder metalúrgico, que se entregarán al STF.
Desde el 7 de abril de 2018, el expresidente cumple prisión en la sede de la Policía Federal de Curitiba, capital del sureño estado de Paraná, por supuestos actos de corrupción, acusaciones que niega en todo momento.