Manzanillo. Abril 18.- A pocas horas de que concluyan las sesiones finales del Octavo Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC), y hoy en el marco de la celebracion por el Día de los Monumentos en Cuba, es digno reconocer a un verdadero patriota, comunista y un fiel manzanillero que ha legado sus ideas como rico patrimonio histórico que debemos conservar.
Nuestro pensamiento hoy debe ser primero a ese incansable y sencillo luchador que fue Blas Roca Calderío, patriota insigne de su ciudad natal Manzanillo. El licenciado Rubén Lénar Guerra Batista, Director del Museo de las Luchas Obreras, Monumento Nacional, comparte sus conocimientos sobre este intachable dirigente, ejemplo digno por imitar para las nuevas generaciones de cuadros y los jóvenes cubanos.
-¿Qué influencia del ambiente de lucha vivió Blas Roca en Manzanillo que lo motivó a unirse al combate político-social?
-RUBEN GUERRA BATISTA: «Blas Roca es una de esas personalidades excepcionales de la historia nacional. Su extracción verdaderamente humilde, lo llevaron a conocer por sí los horrores de aquella sociedad. Trabajó como zapatero, y hasta se habilitó como maestro, con mucho esfuerzo. Todo eso influyó en sus primeras inquietudes.
«Luego, Manzanillo, esa tierra rebelde que tanto amaba, era un volcán forjador de conductas de lucha. Hubo muchos antecedentes: todos los luchadores mambises, y la labor ejemplar y legendaria de Martinillo (Agustín Martín Veloz) no le eran ajenas al joven Francisco Calderío, y marcaron las ideas sociopolíticas de una generación en el enfrentamiento al estado de cosas de aquella República Neocolonial.
«Toda esta tradición de lucha se vio reforzada por el surgimiento de la primera célula del Partido Comunista en Manzanillo, en 1925, y la labor de continuidad del Benemérito de la clase obrera manzanillera Argimiro Pacheco Montero, quien junto a la exigua cantidad de militantes, se dio a la tarea de incrementar sus miembros, de conducir la construcción del edificio del Gremio de Tabaqueros que, hacia 1927, y de acuerdo con los propósitos de lucha, se convirtió en el lugar donde se desarrollaba la actividad de los obreros, y a la vez, se reunían los dirigentes del naciente Partido. Por esa razón, y en pleno ajetreo sindical, Blas es captado por Justo Tamayo para integrar las filas de la organización en el año 1929».
-¿Qué labor desarrolló Blas en Manzanillo hasta 1933?
-RGB: «Desde su propia incorporación, Blas comprendió que el Partido era el alma del Movimiento Obrero, y se dio a la tarea de organizar los sindicatos, de definir directrices de lucha, de exigir a los patronos y de reanimar las ansias de cambio de los viejos y nuevos luchadores.
«No había sido de los fundadores, pero pronto adquirió un prestigio tan grande, que sus compañeros no concebían una acción partidista en la que su presencia no se tomara en cuenta. Movilizaba los talleres de zapateros, reflexionaba en torno a la teoría del comunismo científico, estudiaba y convencía.
«Blas, junto a Paquito Rosales y otros dirigentes contribuyeron a multiplicar las células partidistas, y el fortalecimiento de los sindicatos. Bajo su influjo el Partido alcanzó dimensión distrital, que abarcó hasta la actual provincia de Camagüey. Para Blas fue significativo establecer vínculos, multiplicar la acción, y es por eso que dedica esfuerzos a la organización del Soviet de Mabay, desarrollando una intensa labor en las acciones que produjeron el derrocamiento de la dictadura machadista. Blas desde una posición de vanguardia, puso de manifiesto su talla de dirigente partidista y obrero».
-¿Cómo llega a convertirse Blas en el secretario del Partido Comunista a nivel nacional y qué labor desarrolló durante esta etapa?
– RGB: «Después del 12 de agosto de 1933, con el derrocamiento de Machado, y la labor desarrollada en Manzanillo, Blas es llamado a La Habana por Rubén Martínez Villena, quien resultaba ser la figura esencial de los comunistas cubanos, el que, entre tantos viejos luchadores, observó en Blas dotes de organizador, de prestigioso luchador y de hombre cabal, fiel a la causa comunista y el ideal libertario de la nación.
«Le asigna la responsabilidad de dirigir la Federación Obrera de La Habana, donde puso en práctica el arsenal de conocimientos que había adquirido en Manzanillo. En 1934, mientras se desarrollaba el Congreso del Partido que había organizado, muere Villena, producto de una enfermedad que le consumía, y a propuesta suya es valorada la candidatura de Blas a la máxima dirección de los comunistas cubanos.
«Desde ese momento Blas Roca desarrolla una actividad esencial en todos los frentes: articulación del Movimiento Obrero, en varios momentos cuando fue penetrado por elementos amarillistas que lo fracturaron y colaboró en la proyección internacional de los socialistas cubanos. Se convirtió en uno de los pilares del ideal comunista cubano, un de sus principales ideólogos.
» Participó en el proceso de promulgación de la Constitución de 1940, y en tantos momentos, unas veces clandestino, otras semiclandestino, otras en la legalidad. Pero nunca se le vio flaquear en su entereza. Enfrentó la dictadura batistiana con una valentía a prueba de balas. Orientó la comunicación con el Movimiento 26 de julio, y hay evidencias de verdaderas muestras de apoyo. Esta etapa fue para Blas, un período de lucha sin cuartel contra los prejuicios, poniendo como escudo su integridad moral».
-¿Cuál fue la actitud de Blas después del triunfo de la Revolución cubana?
-RGB: «Después del triunfo revolucionario del Primero de enero, Blas, con aquella reflexiva visión que le caracterizaba, supo comprender el liderazgo de Fidel, y se dedicó a fomentar la unidad como factor primordial. Participó en la organización de las ORI, luego, el Partido Unido de la Revolución Socialista, para finalmente, en 1975 acudir al nacimiento de un nuevo movimiento comunista, con basamentos en la doctrina marxista, ligado a las mejores tradiciones de lucha de la nación cubana.
«Su actitud altruista reveló en él una fidelidad a toda prueba, contraria a todo individualismo, pues cuando pudo haber reclamado para sí la dirección del Partido Comunista, cedió gustoso a la joven dirección revolucionaria el legado ideológico de los socialistas, y defendió con uñas y dientes la integridad moral de Fidel contra tendencias divisionistas y fraccionadoras como la de Escalante.
«Blas se dedicó, entonces, al fomento del Poder Popular, resultando el Primer Presidente de este órgano en Cuba, y nuevamente se coloca en la función de legislador en el proceso de adopción de la Constitución de 1976».
-En este nuevo congreso del PCC que concluye mañana: ¿cuáles serían las ideas de Blas que perdurarán luego de la cita partidista?
-RGB: «Un hombre que muere y pide ser enterrado ¨en la tierra pelada¨, como lo pidió Blas, un hombre cuya estatura moral lo ubica en el Cacahual junto al bravo Antonio Maceo y al último mambí, solo puede dejar un legado imperecedero.
«Después de este Octavo Congreso, perdurará la lealtad a nuestra historia como valor social fundamental, la unidad, la continuidad y la cohesión como armas inexpugnables de la Revolución, y la irreversibilidad del socialismo como la conquista de un sueño, un legado marxista-leninista, con bases en el pensamiento martiano, sostenido por el ejercicio práctico de un hombre como Blas Roca, orgullo de Manzanillo, por ser su Patriota Insigne».
