Cuba por mayor transparencia y eficacia en la comunicación social

La Habana-. El surgimiento del Instituto de Información y Comunicación Social dota a Cuba de una herramienta para perfeccionar su democracia, a partir de una mayor transparencia y vínculo más efectivo con la población, aseguraron hoy especialistas.

De acuerdo con el vicepresidente de la Asociación Cubana de Comunicadores Sociales, Huberto Fabián Suárez, el propósito de ese nuevo Organismo de la Administración Central del Estado (OACE) es articular, afincar, conducir y organizar dicha esfera en función de los intereses de la Revolución y la ciudadanía.

Precisó que la constitución la víspera de esa entidad, con rango de ministerio, es resultado de un proceso iniciado en 2013, e incluyó un amplio estudio jurídico de la comunicación de varios países y en la isla.

Por su parte, Onelio Castillo, también integrante del grupo de trabajo para la creación del nuevo organismo, apuntó que con este se robustece la institucionalidad del país en ese vital campo.

Entre las funciones, propuestas para su aprobación por el Consejo de Ministros en un plazo de 30 días, se encuentran diagnosticar y solucionar problemas que afectan la comunicación institucional y social, y aprovechar las experiencias en el ámbito comunitario, detalló Castillo en conferencia de prensa.

También, coordinar y gestionar políticas para la investigación en la esfera, la superación de sus profesionales, afianzar la cultura e identidad del país, y contribuir a fomentar el diálogo y el consenso social.

Según esos especialistas, el Instituto impulsará el empoderamiento ciudadano, en la medida que facilitará a la población el uso de los resortes establecidos en la Constitución, y mejorará la comunicación de los servicios y los mecanismos de protección al consumidor.

El Decreto-Ley 41, publicado este martes en la Gaceta Oficial de la República, extinguió al Instituto Cubano de Radio y Televisión como OACE, a favor de la creación del Instituto de Información y Comunicación Social de Cuba.

De acuerdo con el documento, la nueva entidad tiene la misión de conducir y controlar la Política de la Comunicación Social del Gobierno, proponer su perfeccionamiento, además de contribuir a fomentar la cultura del diálogo y el consenso en la sociedad.

El Consejo de Ministros es responsable de establecer las funciones específicas, estructura y composición del Instituto.