Manzanillo. Diciembre 3.- La perpetuidad de las ideas y del ejemplo de dignidad del líder histórico de la Revolución Cubana, en particular para las generaciones de galenos, se ratificó por los futuros profesionales de la salud en la región del Guacanayabo.
Contigo Fidel, por siempre, aseveraron jóvenes estudiantes y profesores de la Facultad de Ciencias Médicas Celia Sánchez Manduley de esta urbe, asistentes al II Taller provincial convocado por la Cátedra Honorífica Comandante en Jefe Fidel Castro, el departamento de Marxismo- Leninismo e Historia de la Universidad de Ciencias Médicas de Granma y la asociación de base de la Unión de Historiadores de Cuba.
El pensamiento político, revolucionario y humanista del invicto rebelde constituyó fuente de intercambio y reflexión, atemperado a las nuevas condiciones de desarrollo del proceso económico y social cubano.
En dos salones alrededor de 40 iniciativas investigativas y creaciones literarias, audiovisuales, iconográficas, acentuaron la presencia del ideario fidelista en los ámbitos universitario, social y de la salud, especialmente en el impulso de estrategias de atención humanitaria para los cubanos y de solidaridad altruista con los pueblos del orbe.
Fidel como fuente de conocimiento histórico, de accionar ecologista, promotor de procederes sensibles como el trasplante de órganos, de la proyección internacional de la salud pública en aras de la defensa de lo más preciado del ser humano dentro y fuera de las fronteras cubanas, gestor del hombre nuevo.
En el Día de la Medicina Latinoamericana este tres de diciembre, significaron que próximos al aniversario 37 de la fundación de la Facultad de Ciencias Médicas Celia Sánchez, concebida por el gigante barbudo, continuarán enfrascados en perfeccionar el Sistema Nacional de Salud, con la disciplina, compromiso, profesionalidad y humanismo, para ser fieles al legado de Carlos Juan Finlay y Fidel.
La ocasión fue propicia para dar la bienvenida a Coralia Espinosa Nieto y Cándido Sánchez Tamayo, dos profesionales que cumplieron misión en Bolivia y Ecuador, donde Cuba dejó huellas de la solidaridad que inculcó Fidel a los médicos, enfermeras, técnicos y trabajadores de la salud en la nación.