La Habana, 1 mar (ACN) Torcer con sus propias manos un puro Premium, bajo la guía de un experimentado maestro, constituyó hoy, en esta capital, una inolvidable y enriquecedora experiencia para los participantes en el XXIV Festival del Habano.
Divididos en grupos muchos de ellos disfrutaron ese momento por primera vez en sus vidas, al visitar las afamadas fábricas Partagás, H. Hupmann, La Corona y El Laguito, donde recibieron una clase de torcido, además de recorrerlas e intercambiar con sus directivos y trabajadores.
Precisamente una de las novedades en esta ocasión del tradicional evento fue realizar esa actividad incluso fuera del Palacio de Convenciones de La Habana, su sede habitual, tal cual elogiaron algunos visitantes extranjeros.
En declaraciones a la Agencia Cubana de Noticias Khalid Hassan Al Ali, de Dubai; Esteban Alzati y Ulrich Salvador Aguilar, ambos de México, y el canadiense Gregory Pinch, coincidieron en destacar que la experiencia en las fábricas les resultó interesante, enriquecedora, apasionante e inolvidable.
Mientras eran entrevistados disfrutaban del habano que con sus propias manos torcieron, un valor agregado al Festival, como afirmaron.
Hasta mañana viernes se desarrolla el evento, que incluye una feria comercial, un seminario internacional, presentaciones de nuevos productos, concursos y maridajes exclusivos.
A los aniversarios 50 y 55 de las reconocidas marcas Quai D’Orsay y Trinidad, respectivamente, y a los 30 años de la Corporación Habanos S.A. está dedicado el XXIV Festival del Habano, en cuya jornada final se subastarán humidores y ese dinero que se recauda se destinará al sistema de salud cubano.