Manzanillo. Octubre 16.- Ante las afectaciones económicas que presenta Cuba y el mundo hoy por la compleja situación epidemiológica que enfrentamos a causa de la COVID-19, en este territorio el colectivo de la Unidad Empresarial de Base (UEB) Crías Palmas Altas de Manzanillo ha demostrado cuánto puede crecerse en medio de las dificultades.
Aquí no se han detenido las labores aunque los impactos económicos les ha sacudido muy fuertes, pero siempre con la voluntad y el empeño de aportar los hombres y mujeres de esta unidad buscan alternativas para mantener la crianza del cerdo, así como las labores de la dignificación de la fuerza laboral, y hasta se han organizado con nuevas iniciativas que les brindan la posibilidad del autobastecimiento y la venta a la población.
En un recorrido por sus áreas se puede constatar cuanto han crecido para paliar los efectos de esta actual situación, y de las oportunidades que aprovechan para cumplir sus propósitos y expender sus producciones al pueblo.
Así lo destacó Yordanis Vale Muñoz, director de esta entidad quien confiesa a nuestra redacción que «en estos momentos la UEB a pesar de las dificultades económicas que estamos atravesando se ha mantenido en la excelencia productiva, y hemos tratado de lograr el cumplimiento de nuestro objeto social a partir de nuevas modalidades de ventas de precebas en ferias a la población», dijo.
Este centro tiene dos premisas fundamentales para cumplir con su encargo. «Primero, contamos con 52 trabajadores comprometidos profundamente en la producción de alimentos y porcina, ya que hoy con los nuevos problemas que existen por el recrudecimiento económico y del bloqueo comercial y financiero que mantiene el gobierno de los Estados Unidos hacia nuestro país, así como de la pandemia, estamos inmersos en salir adelante y cumplir con todas las metas que se nos orientan.
Tenemos una premisa fundamental que es la producción de alimentos, hoy le garantizamos esta actividad a los trabajadores a través de la sostenibilidad del comedor obrero, para lo cuál ya está trazada la estrategia y sembradas nuestras 12 hectáreas en la parte agrícola del centro», señaló el directivo.
Para lograr este último propósito los mismos trabajadores de la unidad porcina crearon una casa de cultivos semiprotegidos con recursos propios donde se obtiene una buena cantidad de vegetales y otros alimentos cosechados por ellos.
«Esta iniciativa nos garantiza la hortiliza del año entero, aquí logramos pepinos, cebollín, remolacha, lechuga, tomate, entre otros. Actualmente estamos en cosecha y todo esto lo hemos alcanzado con gran esfuerzo y sacrificio.
Tenemos proyecto de expandirnos con la siembra de la malanga y nos proponemos para el 2022 lograr aquí cultivos de la papa, pues nuestras tierras son fértiles para este tubérculo, y vamos hacer esa prueba como también en los próximos días con la siembra aérea de la lechuga».
En el área agrícola de este centro se tiene además tres hectáreas destinadas para la producción de alimento animal que brinda «respuesta al déficit que tenemos debido a la escasez de materia prima, pues hoy los animales están deprimidos con la carencia de proteínas, por lo que nuestro grupo de innovadores y racionalizadores se encargó de buscar soluciones objetivas y oportunas.
Una de estas respuestas es la siembra de la moringa, y estamos preparando tres hectáreas más para el cultivo de la tictonia. Por ahora estamos trabajando con la moringa a partir de una máquina de saccharina que insertamos en la producción de alimentos en la preceba para proponerle los niveles proteícos», detalló Vale Muñoz.
La segunda premisa fundamental de esta unidad es tratar de sostener la producción porcina. «en este propósito nos destacamos como un centro que se ha mantenido de excelencia hasta el momento como vanguardia nacional, a pesar de ser una entidad que también ha transitado por disímiles dificultades como todo el programa porcino en nuestro país que se ha visto afectado, pero realmente estamos enfrascados en sacar la producción hacia adelante», expresó Yordanis.
En cuanto a este último tema señaló que «se ha mantenido y hemos logrado niveles de excelencia. Tenemos algo objetivo que no hemos cumplido la venta de preceba a convenios, pues como todos sabemos por la escasez de insumos que presentamos los productores no han podido sacar las preceba, y esto es lo único que tenemos como dificultad, pero buscamos soluciones aprobadas por nuestra empresa y el grupo nacional para lograr solvencia económica a través de las ventas de precebas a las ferias lo que permite no tener pérdidas económicas.
Hoy nuestra producción de precebas está al 75 por ciento porque la modalidad de los convenios ha disminuido, pero ofertamos todos los sábados la venta de preceba en feria a la población, algo que ha tenido gran impacto.
Estamos proponiendo también en estas ferias como otra modalidad la carne de cerdo elaborada de diferentes formas. Allí ofertamos carne frita, asada, el fricasé, los gustados chicharrones. Esto es una vía de obtener ingresos y favorece que la población tenga disponibilidad de alimentos también.
Es decir son nuevas modalidades que tenemos para hoy tratar de salir adelante con la producción porcina en Palmas Altas», dijo Yordanis.
A pesar de las limitaciones de recursos aquí se continúa en la dignificación para los obreros pues «siempre estamos innovando, buscando recursos y soluciones. Ya estamos modificando el edificio administrativo embelleciéndolo con el programa imagen para cerrar el año», dijo el director.
Nuevas metas tienen ahora estos obreros aquí pues a partir del actual mes de octubre se preparan con una nueva modalidad para el año 2022 a raíz de la búsqueda de las debilidades y amenazas del presente año.
«Una de las oportunidades que vamos aprovechar para que la producción porcina siga adelante es el encadenamiento productivo, pues tenemos que ser capaces de unirnos a las minindustrias que nos puedan vender los subproductos de alimentos.
Es nuestro propósito de mantener en el 2022 las producciones de eficiencia, nuestras reproductoras y tratar de sostener nuestros convenios porcinos a través de las modalidades que se emitan para esa fecha».
El grupo de innovadores aquí además de la máquina para lograr la saccharina está inmerso en otras iniciativas de avance. «Estamos trabajando en las modificaciones de la tecnología de producción en la alimentación de las crías en maternidad, y también con tratamientos alternativos por la carencia de medicamentos que existen».
En cuanto a la categorización de la entidad Vale Muñoz aseguró que Crías Palmas Altas «a pesar de enfrentar varias dificultades este es un colectivo que se ha mantenido y seguimos a la vanguardia con el CITMA, tenemos nuestra propia laguna residual, y un biodigestor que está generando el gas metano que facilita el trabajo del cocinero, así nos mantenemos bien en la parte medioambiental.
Es decir que a pesar de todos los problemas que hemos tenido la UEB ha mantenido la condición tanto productiva, como medioambiental y política, con el compromiso de excelencia porque en realidad no se puede hechar para atrás y hay que salir adelante con el trabajo porcino», concluyó Vale Muñoz.
Este es un centro donde el compromiso y la voluntad demuestran cuanto se puede lograr con un colectivo comprometido con su tiempo y su gente. Por eso la UEB Crías Palmas Altas no se detendrá y buscará todas las iniciativas para proteger la producción porcina local y sus diferentes modalidades para el ingreso económico propio y del territorio.
