Restauran artistas manzanilleros Edificio Muñiz, en una primera etapa

Se trabaja en el conocido edificio Muñiz // Foto Marlene Herrera

Manzanillo. Diciembre 24.- Una de las edificaciones emblemáticas dela arquitectura manzanillera con marcado estilo ecléctico, el Edificio Muñiz, que acogía en su segunda planta a la Escuela de Idioma y en el primer nivel al taller principal de reparación de servicios técnicos y personales del hogar, recibe un proceso de restauración que devuelve la elegancia a cada detalle artístico de la estructura.

En una primera etapa constructiva, reaparecencon vitalidad elementos del diseño original de la fachada de balcón, con los que el autor dotó de una combinación estética majestuosa al inmueble localizado en calle Merchán esquina Doctor Codina, que data del 1907, y permanece en pie al paso de los años como uno de los más representativos de la urbe golfeña, junto a otros como el Boris, el Fernández, la Iglesia Parroquial Purísima Concepción, el teatro principal y la Glorieta.

“A partir de la acción nuestra renovamos la imagen del exterior del edificio que estaba deteriorada, con el trabajo profundo en los balcones, las cornisas, los ornamentos, las pilastras adosadas, los cuales rescatamos a partir de moldes, y en algunos casos los hicimos resurgir porque estaban ocultos, por ejemplo, las molduras y estrías de las columnas debido a trabajos anteriores”, explica el escultor Ramón Cisneros Tamayo, graduado de la Escuela Nacional de Arte, máximo responsable de la fuerza constructiva.

“Incluimos también la restauración de la marquetería y de las puertas de madera del inmueble, y sustituimos los cristales por acrílicos, y finalmente pintaremos acorde al proyecto que presentamos, por eso estamos siendo minuciosos, para realzar los rasgos de esta obra del arte constructivo con tipología ecléctica de nuestra ciudad”.

La ejecución de la obra tiene como inversionista a la Empresa de Comunales, y trabajan en estas faenas de restauración 14 obreros con experiencia, incluidos otros dos escultores, un pintor y un ceramista, egresados de las academias de las artes plásticas que se encargan de los elementos decorativos; todos en su conjunto tienen como antecedente la reanimación de la edificación que acoge la Tienda del Fondo de Bienes Culturales.

Las acciones se han extendido por tres meses, aplazadas por la cercanía del paso de la corriente de 13 mil kilovoltios, así como por el déficit de la llamada falsa obra, para la que ya hoy se disponen de aproximadamente 12 juegos de andamios con los que se accede a lo largo y ancho de la estructura, especificó Cisneros Tamayo.

Comenta que la aspiración es concluir la faena antes del cierre el año, pues los obreros laboran por más de 10 horas diarias y “trabajamos con la responsabilidad de que es nuestro, de y para nuestra ciudad, representativo de su estilo arquitectónico ecléctico y que, al término del proceso, en una segunda etapa aún por definir, la instalación acogerá en su planta baja el Taller de creación de las artes plásticas de Manzanillo: en su parte delantera será la galería para las exposiciones de los artistas del municipio y en el área posterior del local estará el taller de recepción de las obras.

Estas acciones de restauración se corresponden a los intereses del gobierno municipal y de las máximas autoridades del país de conceder a la ciudad del Golfo de Guacanayabo la revitalización de sus edificaciones, para preservar los rasgos del patrimonio arquitectónico y proveer belleza y seguridad tanto a la urbe como a sus habitantes.