Sotomayor, hoy, otra vez de cumpleaños

Javier Sotomayor. // Foto: Tomada de Amazon

El hombre que, desde sus pies, ha podido volar más alto que nadie en el mundo; el campeón olímpico, el ganador de seis preseas doradas en campeonatos mundiales y una en copas del mundo, el tricampeón de los Juegos Panamericanos y de los Juegos Centroamericanos y del Caribe, es cubano, y hoy está de cumpleaños.

Javier Sotomayor Sanabria despegó desde el municipio matancero de Limonar, para tocar el cielo con su gloria. En una fecha como la de hoy, pero de 1989, él se lanzó a conquistar una de sus casi míticas alturas, la de dos metros y 43 centímetros, que aún, justo al cerrarse el Mundial de pista cubierta en Glasgow, sigue como récord del orbe, hace ya 35 años.

Cada año o cada día que pasa, la leyenda del Príncipe de las Alturas crece. Soto celebra de manera especial este onomástico, pues en sala solo hay un registro del orbe con más tiempo de imbatible, el de su amigo Carl Lewis. El estadounidense, en el salto de longitud, clavó sus pinchos en ocho metros y 79 centímetros, el 27 de enero de 1984, en una competición en la ciudad de Nueva York.

De seguro Sotomayor estará de cumpleaños en julio, pues el 29 de ese mes llegará, también a 35 calendarios, su salto de 2,44, que fue récord mundial absoluto, logrado en San Juan, Puerto Rico, el cual antecedió a la vigente cota de 2,45, que el 27 de julio del pasado año, festejó sus 30.

A 2,43 solo ha podido llegar otro ser humano, el catarí Mutaz Essa Barshin, el 5 de septiembre de 2014, nada menos que 25 años después que el yumurino. Pero el cubano lo ha hecho dos veces, pues antes lo alcanzó al aire libre, el 8 de septiembre de 1988, que fue su primera plusmarca mundial.

Aunque Sotomayor ha dicho que los récords están para romperse, hay dos muy difíciles de quebrar: con 16 años nadie se encaramó arriba de dos metros y 33 centímetros, pero tampoco ha saltado más de 20 veces sobre 2,40. Soto tiene 21 vuelos a esa galaxia.

Habrá que hablar de otro registro, el de solo tres saltos para un récord mundial. Cuando saltó los 2,45, venció 2,29, 2,38 y de allí a lo más alto, tanto como el orgullo de Cuba por uno de los mejores atletas del mundo..