Todo intento de asfixiarnos y ponernos de rodillas será derrotado (+Video)

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Manzanillo. Julio 1.- La jornada de aquel Primero de julio del año 2000 fue sin dudas un día histórico para esta ciudad y para la provincia de Granma, como lo aseguró el líder eterno de la Revolución cubana Fidel Castro Ruz al concluir un mensaje que enviaba al pueblo de Manzanillo y de toda nuestra nación desde esta parte oriental cubana.


Aquella mañana sabatina habían llegado hasta la plaza de la Revolución Celia Sánchez Manduley de Manzanillo una cifra superior a los 300 mil orientales para ser protagonistas de una de las tribunas abiertas más importantes que tendría lugar en el país por el regreso a la Patria del pequeño matancero Elián González, pero esta vez ya con el niño en casa.


Comenzaba así desde la ciudad del Golfo del Guacanayabo otra gran contienda dentro de la Batalla de Ideas con una larga y ardua jornada, que aún podemos destacar que se mantiene a 21 años, pues como dijera el propio Fidel: «Hoy más que nunca recobra fuerza la afirmación martiana: De pensamiento es la guerra mayor que se nos hace: ganémosla a pensamiento».


Hacía sólo tres días que Elián había pisado nuevamente tierra cubana, gracias a la fortaleza moral del pueblo de esta isla que cada fin de semana se movilizaba para levantar su voz, y revelar al mundo la necesidad de que se hiciera justicia para que se devolviera al infante a su familia que lo reclamaba en Cuba.

Momento en que Elián con su padre toman el avión que lo regresaría a Cuba desde los Estados Unidos el 28 de junio del 2000 //Foto de internet
Momento en que Elián con su padre toman el avión que lo regresaría a Cuba desde los Estados Unidos el 28 de junio del 2000 //Foto de internet
Momento en que Elián llega a la Patria //Foto de internet
Momento en que Elián llega a la Patria //Foto de internet
Fidel y Elián //Foto de internet
Fidel y Elián //Foto de internet


En aquel mensaje Fidel comenzaba su texto recordando la titánica acción que emprendieron los 82 expedicionarios que desembarcaron por las costas de esta provincia, que luego del triunfo revolucionario de 1959 tomaría el nombre de ese yate que trajo la esperanza a la nación.


En esa oportunidad el líder histórico expresaba: «Allí libramos los primeros combates victoriosos y batallas decisivas. Allí aprendimos a vencer y a no darnos jamás por vencidos. Desde allí salieron todas las columnas que luego invadieron el resto del país. Desde allí, en menos de dos años, luchando siempre en proporción no menor de 20 soldados adversarios por cada uno de nosotros, derrotamos totalmente al ejército enemigo el Primero de Enero de 1959.


Ese día exactamente, la gloriosa lucha iniciada a pocos kilómetros de Manzanillo en el ingenio de La Demajagua, (…), culminó en victoria total y por primera vez fuimos enteramente libres. Desde entonces nada ni nadie ha podido ni podrá derrotar a un pueblo como el nuestro».


Sus palabras en la actualidad mantienen vigencia por resaltar el empeño de este glorioso pueblo que demuestra lo que es capaz de lograr gracias a la unidad y la firmeza de sus ideas. Así quedó claro en el texto de que: «No somos un pueblo que se detenga a saborear el placer de las victorias ni a vanagloriarse de sus éxitos. Con la experiencia adquirida y las formidables fuerzas acumuladas, no nos detendremos hasta que todos y cada uno de los justos objetivos que juramos en Baraguá hayan sido alcanzados».


Hoy es evidente que la guerra que se nos hace es a pensamiento, y lo podemos palpar en cada acción que se organiza desde las mismas esencias de los Estados Unidos donde se traman las patrañas para tratar de difamar, mentir y querer desequilibrar la obra que con tantos esfuerzos y sacrificios hemos construido.


Los sitios de redes sociales son aprovechados ahora para engañar a los internautas sobre nuestra verdadera realidad que algunos confundidos por las hipócritas sirenas del norte se dejan pagar para ser parte de un show donde al final se ve claro cómo Roma desprecia a sus traidores.


Nada de esto es nuevo y en cada administración de ese norteño país se intensifican las acciones contra nuestra isla. Por eso es válido recordar lo que dijo Fidel en aquel mensaje que señala nuestro valor y la decisión de no rendirnos: «Nada nos importa quién pueda ser el próximo jefe del gobierno de la superpotencia que ha impuesto al mundo su sistema de poder hegemónico y dominante. Ninguno de los que aspiran a serlo nos inspira confianza alguna.


Es inútil que inviertan innecesario tiempo en declaraciones y promesas contra Cuba para obtener el voto de unos cuantos apátridas que hasta se atrevieron a pisotear y quemar banderas norteamericanas.


Cualquiera que fuese el nuevo Presidente de Estados Unidos, deberá saber que aquí está y estará Cuba con sus ideas, su ejemplo y la indoblegable rebeldía de su pueblo; que toda agresión y todos los intentos de asfixiarnos y ponernos de rodillas serán derrotados. Debieran bastar cuatro décadas de prepotencia, necia subestimación y bochornosos fracasos».


Ese texto nos llena de dignidad para seguir avanzando y defendiendo nuestras conquistas. «Desde el Primero de Enero de 1959 Cuba fue, es y seguirá siendo libre para siempre. Su capacidad de lucha y resistencia, su profunda cultura política, la conciencia y valentía de su pueblo demuestran que la Revolución Cubana, con su obra de justicia y sus nobles objetivos ha creado tal espíritu de solidaridad y heroísmo y se ha enraizado tan profundamente en el corazón de la Patria, que se ha hecho invencible».


Entonces con más decoro que nunca seguiremos levantándonos ante las dificultades, y firmes mantendremos la desición de ser libres y soberanos, sin aceptar intromisiones de quienes quieran regir en casa ajena, porque aquí mandamos los cubanos, y todo intento de asfixiarnos y ponernos de rodillas será derrotado.