Manzanillo. Septiembre 17.- El campus Blas Roca Calderío de la Universidad de Granma traslada sus escenarios hacia diferentes áreas de las localidades municipales, y en particular de esta urbe costera, como parte de las estrategias organizativas para el aprovechamiento energético.
En los predios de la Biblioteca municipal Antonio Maceo Grajales hoy se dio cita parte de su colectivo en el Taller científico metodológico para debatir sobre los proyectos de perfeccionamiento del proceso curricular en carreras universitarias.
Durante el intercambio se nutrieron de los conocimientos de los experimentados profesionales y Doctores en Ciencias Oscar Vivero Reyes y María Luisa Tia Pacheco, quienes dictaron conferencias relacionadas con las realidades y perspectivas de este proceso, aplicado al Ministerio de Educación Superior y, en sentido general, al sistema educacional cubano.
Tales iniciativas se conjugan con la realización de las prácticas laborales de los estudiantes del primero al tercer año, hasta el día cuatro de octubre; que en el caso específico de la Facultad de Educación Media están orientadas al conocimiento de la escuela, su organización y funcionamiento, que les familiariza con la dinámica de los centros mientras cumplen con esta disciplina principal integradora.
A los profesores corresponde visitas estas instituciones para constatar la acción de sus alumnos, la organización, el trabajo con las estrategias educativas de años, con expedientes y evaluaciones de los docentes.
Según destaca Emilio Barbán, decano de la mencionada facultad integrada por 10 carreras, con más de 1500 estudiantes y un claustro superior a los 300 pedagogos, también se incorporarán a la realización de tareas de impacto social y labores agrícolas, tanto en el organopónico del campus Blas Roca como en el polo productivo del municipio localizado en el Caño Adentro.
En la semana del 30 al 4 de octubre los muchachos de tercero, cuarto y quinto años recibirán las asignaturas electivas, que ofertan los departamentos para su selección de acuerdo a las necesidades curriculares, como contribución para elevar sus universos cultural y científico y actualizarles en torno a cada materia.
Con esta reestructuración y organización del proceso docente fuera de la propia institución, la Universidad cumple con la máxima de contribuir con el ahorro energético, y da continuidad al proceso docente-educativo de los futuros profesionales, atemperada a su tiempo.