Viaje al patrimonio obrero de la historia manzanillera

Manzanillo. Mayo 18.- La memoria viva de las clases sociales más humildes y trabajadoras de la ciudad del Golfo de Guacanayabo late en el edificio que desde 1982 se convirtió en el Museo de Luchas Obreras de Manzanillo.

Único de su tipo en el país este centro icónico del patrimonio local guarda en sí las más hermosas referencias al activismo de quienes desafiaron a gobernantes de turno en defensa de sus derechos y los intereses de soberanía de un pueblo patriótico por naturaleza.

Una conceptualización artística se presenta en sus cuatro salas de exposición, hoy desprovistas de algunas piezas para su protección ante la necesidad de que permanezca cerrado por la situación epidemiológica a nivel nacional.

«Aquí atesoramos los objetos y fondos museables que guardan la historia para las presentes y futuras generaciones, con animación representamos aquellos chinchales de tabaquería, zapatería, que existían antes del triunfo revolucionario», expone Sandra González Pérez, especialista que atiende el área de inventario.

En el llamado «corazón del Museo» entre los más de mil fondos, agrupados en colecciones que estudian el movimiento obrero de Manzanillo, «se destacan los relacionados a los líderes como Agustín Martín Veloz, precursor de las ideas socialistas en esta región, Blas Roca Calderío, el patriota insigne de la ciudad, Argimiro Pacheco Montero primer secretario de la primera célula del Partido Comunista de Cuba aquí y de la Federación Obrera, Francisco (Paquito) Rosales Benítez, primer alcalde comunista de Cuba y América Latina, y muchos objetos valiosos.

«También los primeros de Mayo y su historia pues de aquí partió la primer manifestación de este tipo con fines políticos en el 1931, y para nosotros es un privilegio formar parte de la custodia de esta historia de la localidad, de preservar la evidencia visual de que aquí hubo una lucha por la independencia, de que nuestros ancestros fueron partícipes de las acciones desarrolladas para lograr lo que tenemos hoy.

«Conocer esa historia, palparla con tus manos, resguardarla y socializar su valía nos enorgullece».

Sandra González Pérez, especialista que atiende el área de inventario //Foto Denia Fleitas Rosales

Los zapateros llamados «tirapiedras» por el Comandante Che Guevara, el pescador con su bote y atarraya, el torcedor diestro en la confección de los tabacos, el estibador portuario, reciben a los visitantes, hoy virtuales a causa de la pandemia, para dar la bienvenida a un mundo prolífero de esencias patrias que señalan el camino recorrido para que no lo perdamos.

Llevado al espacio virtual a través de la red social Facebook, Museo de las Luchas Obreras Monumento Nacional, esparce el patrimonio histórico de esta urbe desde la labor de promoción e investigación.

«Estamos desarrollando los espacios fijos habituales del museo Por la ruta del obrero, Con la luz en la memoria, la muestra virtual y las cápsulas promocionales sobre figuras representativas del movimiento obrero local», así lo confirma Dayana Nueva Martí, especialista del área de animación sociocultural.

Dayana Nueva Martí, especialista del área de animación sociocultural // Foto Denia Fleitas Rosales

«Por medio de investigaciones a la vez ampliamos los expedientes científicos de esos objetos, el año pasado realizamos dos estudios de colección dedicados a los objetos pertenecientes a los portuarios y pescadores, y del sector azucarero que obtuvo premio nacional recientemente.

«Y para el presente prevemos dos estudios más dedicados a los primeros de Mayo en Manzanillo y a la constitución del Partido Comunista, que nos permiten delimitar las colecciones, y las lagunas que nos permiten enfocar el rescate de las piezas hacia esos años específicos, y para complementar la información que ofrecemos al público».

Gana manzanillero premio nacional en concurso del patrimonio histórico azucarero

Los recuerdos de las visitas y charlas con las que descubríamos nuestra historia cuando éramos estudiantes, de la bienvenida a la ciudad al héroe Fernando González Llort y su firma en el libro de visitantes, asoman hoy cuando apenas esbozo una porción de su singularidad.

Declarado Monumento Nacional el 20 de octubre del propio año de su fundación, sito en calle Maceo esquina Purísima, supone una visita obligatoria a quienes se sienten continuadores de la historia de la Patria y del terruño.

Ha de representar un lugar especial para cada manzanillero, como lo es para sus 11 trabajadores, quienes vinculan su vida personal, laboral, en total complicidad con la historia allí atesorada.

«Cada logro y reconocimiento es de todos y lo que hacemos es pensando en que la historia del Museo de las Luchas Obreras siga creciendo, acentúa Rubén Lénar Guerra Batista, director de la institución cultural.

«Para que ese obrero anónimo, particular, ese que luchó y jamás exigió ningún reconocimiento, también se vea reflejado; por eso nuestros maniquíes no tienen rostro, y cada cosa que hacemos tiene el sello del colectivo.

Investigador Rubén Lénar Guerra Batista, director dell Museo de Luchas Obreras de Manzanillo// Foto Denia Fleitas Rosales

«Resaltar a la ciudad donde nacemos, que es como decía la doctora Olga Portuondo, la patria y localidad, nos enorgullece, porque si no sentimos esa pasión por el movimiento obrero de la localidad no lo sentiremos por los obreros a nivel internacional, o por algún hecho o acontecimiento ocurrido en otro territorio».

Este 18 de Mayo, Día Internacional de los Museos, aunque cerrado al público presencial, continúa abriendo su patrimonio a esos que anhelan viajar en el tiempo y llenar sus pulmones del oxígeno histórico que revitaliza e impulsa.

«Cumplimos el lema que precide la celebración este año: El futuro de los museos, recuperar y reimaginar, esas colecciones que tenemos y cuidamos son la base para reimaginar el futuro, desde todo aquello que de aquí emana, y que sintetiza la identidad, el patrimonio y la cultura de la ciudad».