Gracias Cuba

No me quiero ir de Cuba porque ya me siento como en casa, expresa Jussandra Gonzaga Guimaroes //Foto Eliexer Pelaez Pacheco

Manzanillo. Julio 17.-  Jeovane José, Firmino y Jussandra, son tres de los cuatro estudiantes de la hermana República de Angola que este jueves recibieron sus títulos de graduados en una de las especialidades pedagógicas que se estudian en el campus Blas Roca de la Universidad de Granma. Estos nuevos profesionales son frutos del amplio programa de solidaridad que Cuba tiene implementado para brindar ayuda a varios países del mundo, especialmente a los del continente africano.

Hace cinco años llegaron a esta isla antillana con sueños, metas e ilusiones que hoy ya se hacen realidad gracias al esfuerzo, a la dedicación y entrega diaria al estudio. Muchos durante el tiempo de tránsito por esta nación caribeña no sólo aprovecharon la preparación académica, sino que intercambiaron  con sus colegas las tradiciones culturales de su país, participaron en eventos deportivos, curriculares, de investigación y en todas las convocatorias juveniles realizadas por la Federación Estudiantil Universitaria (FEU).

Uno de ellos fue Jeovane José Dala Puingui, quien por su destacada participación en todos los eventos de la universidad resultó premiado como el graduado más integral de la casa de altos estudios granmense. A él lo vi en muchos festivales culturales, en competencias deportivas, en fórum y citas investigativas donde presentó los resultados de muchos de sus estudios realizados acá. Sus más  allegados le dicen Capitán y varias veces regaló su voz y el arte del que sabe, fruto de las tradiciones angolanas.

«Gracias a Dios, Cuba me ha hecho un hombre multifacético, un hombre integral y me siento muy feliz por esto».

Jeovane José Dala Puingui //Foto Eliexer Pelaez Pacheco

Este joven escogió la licenciatura en Educación Logopedia porque en «Angola aún no se ha establecido la atención logopédica en edades infantiles, esto fue lo que me motivó. En el 2018 cuando fui de vacaciones realicé un diagnóstico de la provincia donde vivo y vi que de verdad hace falta ese tipo de atención. Por esa razón me siento muy alegre por los conocimientos que me han transmitido todos los profesores en la universidad y particularmente de mi departamento», dijo Dala Puingui.

«Durante todos estos  años de estudio me he sentido cómodo porque Cuba y Angola son hermanas desde los tiempos  de Agustino Neto y el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz; esta amistad nunca se ha roto, por lo que como jóvenes debemos seguir el legado de estos líderes», agregó Jeovane José.

«Aquí me han enseñado que el hombre es el centro de toda obra, uno de los enfoques que Cuba transmite para el mundo, país  que se preocupa por el propio ser humano. Por eso afirmo que en Angola voy a transmitir ese conocimiento, porque ahora por la situación en que estamos se le está dando más valor a las personas y eso es lo que pretendo cultivar allá. Es cierto que se debe invertir en lo material, pero si se ocupan los esfuerzos en el hombre como en Cuba se puede lograr muchas cosas».

En Cuba me han enseñado que el hombre es el centro de toda obra, dijo Jeovane José Dala Puingui //Foto Eliexer Pelaez Pacheco

Este tiempo de estar alejado de su familia ha sido un gran reto y compromiso por ellos. «Es muy difícil esa lejanía de mis seres queridos, pero desde que estamos aquí nos han dado afectos y ese aliento como padres, madres, hijos. La universidad siempre está con nosotros en todas las celebraciones, nos dan todo el amor y el cariño, nos han hecho sentir como si estuviéramos en casa», expresó Capitán.

Dala Puingui fue reconocido en la graduación número 41 de la Universidad de Granma por los resultados en su trayectoria como Vanguardia Integral y en la Docencia, Mejor graduado de la Licenciatura en Educación Logopedia correspondiente al plan de estudios E del curso diurno y Título de Oro. Por estos galardones hoy a las siete de la noche pronunciará las palabras en nombre de los egresados en la ceremonia central de Granma que tendrá lugar en la Plaza de la Patria de Bayamo.

Otro que se destacó en la esfera del deporte fue Firmino Tito Loucolua, quien por estos reultados fue estimulado a nivel de la facultad de Educación Básica, en el acto de graduación.

«Primero quiero dar las gracias a Dios, el Señor todo creador, porque no es fácil salir de tu casa, de tu nación y dirigirte para un país del que no conocíamos el idioma, ni a nadie además de nuestros compañeros, pero en este tiempo realmente nos sentimos en casa».

Aquí hemos visto lo que sufre Cuba por el injusto bloqueo, expresó Firmino Tito Loucolua // Foto Eliexer Pelaez Pacheco

«Sabemos que Cuba está  enfrentando a un bloqueo de mas de cinco décadas y aquí hemos visto lo que sufre este país  por esta injusta política extranjera. Gracias al pueblo cubano, a los gobernantes y especialmente a los representantes de la Universidad de Granma por prestarnos esa atención como si fueran nuestros padres, tanto académica como espiritual, y por mostrar siempre preocupaciones por nuestros familias en Angola».

De sus recuerdos Tito prefiere destacar los más  difíciles, esos que le ayudaron crecer como persona y futuro profesional. » Uno de esos momentos fue la escasez del combustible aquí en que realmente fue un período complicado, nosotros junto con los dirigentes de la universidad  ayudamos al ahorro de energía, y ahora en la actual situación epidemiológica por la pandemia que azota al mundo por la COVID-19 estamos colaborando, primero protegiéndonos a nosotros mismos, así como transmitiendo mensajes en las redes sociales para previnir la propagación del nuevo coronavirus Sars-Cov-2″, señaló.

«Mi preparación ha sido muy buena en esta universidad, aquí tuve el privilegio de participar  en el proceso de acreditación de la carrera en mi primer año, que fue una experiencia excelente. El claustro de mis profesores fue muy profesional, muchos son doctores en ciencias y profesionales exitosos», agregó Firmino quien mereció su título de Oro.

Mi meta es ayudar a Angola crecer, dijo Firmino Tito Loucolua //Foto Eliexer Pelaez Pacheco

Muchas son las metas que Tito tiene para la llegada a su país luego de un lustro separado de sus seres queridos. «Primero quiero pasar un rato con mi familia a los cuales extraño mucho, y luego mi meta es ayudar a la nación a crecer, que es el propósito por el cual el gobierno nos ha enviado aquí a ser profesionales. Mi aporte no sólo será desde lo general sino desde mi comunidad, mi provincia, con el grano que pueda brindar para que mi país sea cada vez mejor y se pueda desarrollar y en especial a África», dijo este licenciado en Pedagogía-Psicología.

Por su parte Jussandra Gonzaga Guimaroes, también licenciada en Pedagogía-Psicología dijo que «el transcurso de los años de estudios ha sido muy bueno porque en verdad es una carrera que me gusta y en la que ya venía preparándome desde Angola. Llegando aquí  a Cuba la pasión fue aumentando ya que me encontré con excelentes profesores, un claustro que siempre está ahí cuando lo necesitas para evacuar cualquier duda, son muy atentos e inteligentes».

«Durante mis estudios tuve la oportunidad de hacer prácticas preprofesionales en varias escuelas donde ejercité la teoría aprendida en el aula, un momento que es donde aprendes más cuando empiezas a diagnosticar a los estudiantes, fueron prácticas excelentes. Los psicopedagogos que nos fueron preparando a lo largo de toda la carrera han sido y nos han ayudado mucho», dijo Jussandra.

«Al principio de llegar acá en el año de la preparatoria fue algo difícil chocar con el idioma y la cultura diferente, porque no conocía  el español, pero al pasar del tiempo fui desarrollando esa habilidad para hablar. Acá vi muchas similitudes con las culturas de ambos países,  que nos une, nos aproxima y es muy alegre, algo que me gusta».

No me quiero ir de Cuba porque ya me siento como en casa, expresa Jussandra Gonzaga Guimaroes //Foto Eliexer Pelaez Pacheco

«Le he dicho a mis profesores y las amistades que he hecho aquí que no me quiero ir de Cuba porque ya me siento como en casa. Para mí no va ser lo mismo  cuando llegue a Angola y me enfrente a la realidad  de mi país, y me gustaría quedarme aquí, porque va a ser muy difícil  ese cambio, por lo que voy a tener muchas añoranzas de Cuba».

«He vivido situaciones en la que a veces he tenido que salir  de vacaciones, y estando en mi casa pensaba siempre en el día  en que concluía ese tiempo para regresar acá  a Cuba, porque es algo angustiante cuando te acostumbras a algo y tienes que dejarlo, en verdad es muy difícil», concluyó Gonzaga Guimaroes.

Sólo restan pocas jornadas para que estos jóvenes emprendan vuelo hacia Angola. Será  un momento entrañable porque atrás dejarán amigos, a los profesores que les acompañaron durante sus estudios y a este país que les abrió los brazos para acogerlos  como hijos y brindar lo mejor de todo que es nuestra solidaridad. Entonces habrá una frase que premiará todo sacrificio y que quedará acuñanada en los títulos que ya tienen en manos que los certifican como profesionales: Gracias Cuba.