Manzanillo. Marzo 21._ Hablar de verso y poesía, es describir el alma del ser humano, desde ahí manan los sentimientos más puros y las realidades que se enfrentan en el diario vivir. » La poesía es una forma de salvación para mi»- apunta Juan Manuel Alsina, poeta de esta ciudad-, » te agarras a ella porque lo mismo te provoca una lágrimas que una alegría».
Junto a este poeta otros, suman alrededor de 15 que pertenecen al Centro para la Promoción de la Cultura Literaria Manuel Navarro Luna de Manzanillo, comenta Ángel Larramendi Mecías, director de esta institución cultural, «atendemos no solo a los que tienen una obra publicada, sino todos los que se interesan por la poesía, los que van alcanzando un reconocimiento al menos provincial».
Un lugar donde se cultiva el arte y da grandes cosechas culturales, «gracias a este centro yo he crecido como escritor», agrega Alsina, aquí fue donde se publicó mi primer libro en Cuba y creo que sin un centro como este muchos escritores estuvieran varados sin atención, ni referencia de ayuda, de orientación, su existencia es fundamental para la vida del escritor y para su obra».
Cómo descubriste que eras poeta?
-«Bueno, yo no le descubrí, me descubrieron; un buen amigo, poeta y narrador argentino, manteníamos en la época de los 90 , una correspondencia bastante fluida, me dijo, – tú no te has descubierto, la forma en la que escribes es poesía- y fue él el que me instigó a escribir, y fue así que comencé en ese bregar de entrelazar versos y crear mis poemas».
En el marco de la XXXII Edición de la Feria Internacional del Libro en Granma, que coincide su inicio con el Día mundial de la poesía, «queríamos estar presentando, una selección de poetas manzanilleros, lamentablemente no hemos podido presentarla, pero en el mes de junio se estará presentando, que incluye la obra de poetas del siglo XIX, ahí incluimos no solo manzanilleros, sino poetas que su obra se hizo en Manzanillo. Ahí aparece José Manuel Poveda, Alex Pauside, Juan Francisco Sariol, Navarro Luna y de los más recientes una vanguardia de escritores jóvenes que hemos decidido incluir en esta selección», afirma Larramendi Mecía.
Manzanillo además de ser la novia del Guacanayabo, es cuna de grandes escritores y fuente de inspiración, no por gusto el Benny Moré quiso pescar la luna en el mar, ese mismo que inspiró a Silvestre de Balboa en 1608 a escribir el poema Espejo de Paciencia, considerada la primera obra literaria cubana.
No solo inspira, sino que pare y cultiva un género que cautiva, enamora; muchos han sido los escritores citadinos que migran hacia otros lares, pero su corazón y su obra permanecen.
«Se dice que Manzanillo es tierra de poetas, que levantas una piedra y hay tres poetas, y yo creo que sí, tu vas a los talleres y la gente te dice, yo escribo algo, todo el mundo es poeta, de una forma u otra, por eso la poesía, en Manzanillo sobre todo, no muere», sentenció Alsina.