Lealtad al llamado de la historia (+Audio)

Foto Denia Fleitas

Cuando el sentido patrio convoca, la única opción posible es la de responder al deber, con la esperanza y la acción dispuesta para la victoria. Bajo ese sentir se gestó el suceso del 26 de julio de 1953, protagonizado por quienes enarbolaron el ideario martiano y emprendieron desde allí la senda del triunfo.

Y es justamente el que anida hoy en los miles de granmenses, y en particular en los que invitados al encuentro en la Plaza de la Patria de Bayamo, este 26 de julio, vivieron una mañana de remembranza histórica y de reafirmación de la voluntad de la nación caribeña de permanecer firme en su decisión de independencia, soberanía, de enfrentar con unidad y solidez de principios las amenazas y agresiones del imperio norteño, de mantenerse en pie de lucha en una batalla por eliminar todo cuanto lacere a la sociedad socialista y por el avance de la economía en pos del pueblo.

Allí, en encuentro con el Comandante invicto a 13 años de su último discurso en recordación de la mañana gloriosa de la Santa Ana, con la generación histórica de Cuba protagonista junto a Fidel de actos de invaluable heroísmo, con el continuador de sus legados desde la guía como presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de la República de Cuba; se afianzaron los principios y el brío de contribuir con el crecimiento de la nación en todos los ámbitos.

Las esencias de las páginas de la historia cubana, del sacrificio de miles de jóvenes y la entrega hasta de sus vidas por la libertad; el llamado del mandatario cubano a pensar como país, a fortalecer la espiritualidad, el civismo, la decencia, la solidaridad, la disciplina social y el sentido del servicio público, inspiran a mantener la lealtad a la obra revolucionaria y a romper la inercia, a participar desde cada puesto dentro del entramado social para el progreso cubano.

Apegados a los principios, a la unidad del pueblo,  a los méritos históricos de esta porción de tierra donde se prendió la llama de la libertad hace casi 151 años en La Demajagua, jóvenes y adultos, manzanilleros, granmenses y cubanos, reafirmaron su compromiso con la victoria como única alternativa, cual hijos de Carlos Manuel de Céspedes, el Padre de la Patria.

El sentido patrio convoca, a hacer lo que el invencible Comandante, como expresó desde el mismo pedestal el 26 de julio de 2006, luchar toda la vida, hasta el último segundo, por hacer algo bueno, algo útil, como han aprendido todos los revolucionarios, para enaltecernos como seres humanos, como fervientes cubanos y cubanas; y como resaltó Díaz-Canel: “de cada compromiso un Moncada victorioso”.

Foto Denia Fleitas
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